La arquitecta Rosalía Zárate se desempeñaba como secretaria de Obras Públicas de la ciudad de Zárate.

La arquitecta Rosalía Zárate, madre de Máximo Thomsen (20), principal acusado del crimen de Fernando Báez Sosa, renunció en las últimas horas a su cargo como secretaria de Obras Públicas de la ciudad de Zárate. Según confirmaron a Infobae desde la Municipalidad, la ahora ex funcionaria presentó la renuncia ayer y el intendente interino, Ariel Ríos, la aceptó. “Desde que se enteró de lo ocurrido, ella viajó a Villa Gesell”, dijeron a este medio.

Asimismo, se logró saber que Zárate fundamentó su renuncia en que luego del brutal asesinato que lo tiene a su hijo como uno de los presuntos autores, “no se encuentra ni física ni mentalmente en condiciones de continuar su tarea” como funcionaria. La ex secretaría ya había sido señalada el jueves pasado por los propios vecinos de la ciudad cuando se movilizaron esta semana para pedir justicia por Fernando.

Porque es que además de exigir “que paguen los asesinos y que no se arregle con plata este crimen brutal”, los manifestantes también le reclamaron al intendente Osvaldo Cáffaro la desvinculación inmediata Zárate. Hasta ese momento, la funcionaria estaba de licencia. Un día después, sin embargo, presentó la renuncia y no hubo necesidad de echarla.

Zárate es la mamá de Thomsen, uno de los rugbiers más complicados a nivel judicial. Según los tres testigos que participaron de la última rueda de reconocimiento, el joven de 20 años fue uno de los atacantes. De acuerdo con la declaración, le pegó a Fernando cuando estaba de rodillas y ya inconsciente. Fuentes judiciales le dijeron este medio que es el más comprometido en la investigación, ya que lo identificaron de manera directa cinco testigos distintos. Para la fiscal del caso, Verónica Zamboni, Thomsen es uno de los dos coautores del crimen. El segundo es Ciro Pertossi (19).

Otro de los rugbiers que salió más complicado luego de las ruedas de reconocimiento fue Enzo Comelli (19), quien de acuerdo con dos testigos, también golpeó a Báez Sosa. Incluso, uno de ellos lo ubicó dentro de la discoteca Le Brique, como uno de los que iniciaron la gresca. Por el momento está imputado como partícipe necesario.

La semana próxima se realizarán las pericias de rastros a la ropa y zapatillas de los rugbiers que fueron secuestradas. Algunas de las prendas tienen manchas hemáticas. Ayer, Infobae presentó las imágenes de un calzado de lona con la sangre de la víctima, el cual será peritado con una prueba scopométrica para saber a quién le pertenece.

fuente. infobae

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