La leyenda de la NBA viajaba con otras cuatro personas en su helicóptero privado Sikorsky S-76 cuando se desplomó sobre la ciudad de Calabasas, ubicada en el condado de Los Ángeles, California.

Estupor en el mundo del deporte: a los 41 años, Kobe Bryant murió en un accidente aéreo. La estrella de la NBA viajaba con otras cuatro personas en su helicóptero privado Sikorsky S-76 cuando se desplomó sobre la ciudad de Calabasas, ubicada en el condado de Los Ángeles, California. Tras el accidente, se produjo un incendio: el personal de emergencia respondió, pero se informó que nadie a bordo sobrevivió.

El sitio TMZ estadounidense confirmó que su esposa Vanessa, no estaba en el avión. La pareja tiene cuatro hijos: Gianna, Natalia y Bianca y el recién nacido Capri. Bryant edificó una impactante carrera en la liga de básquetbol más competitiva del mundo, al punto de haber sido comparado con Michael Jordan. El escolta se erigió como una leyenda de Los Ángeles Lakers, donde ganó cinco anillos de la NBA, además de obtener dos medallas de oro en Juegos Olímpicos con la camiseta del seleccionado estadounidense.

La cuenta de Twitter oficial del Departamento de Policía de Los Ángeles certificó la información con dos publicaciones: “Confirmamos cinco personas fallecidas, no hay sobrevivientes en el accidente de helicóptero de Calabasas Investigación en curso. Evite el área hasta nuevo aviso”.

Nacido el 23 de agosto de 1978 en Filadelfia e hijo del ex NBA Joe Bryant, fue un ejemplo de amor propio y competitividad. En la actualidad continúa siendo el cuarto máximo anotador de la historia de la NBA, solo superado por Lebron James, Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone.

Con sus 196 centímetros llegó a la NBA en 1996, seleccionado en el draft por Charlotte Hornets en la posición 13. Sin embargo, su deseo era participar en una franquicia más fuerte: tuvo el guiño de Jerry West, entonces manager de LA, quien lo veía como un prospecto por el que apostar. En consecuencia, hizo un movimiento de mercado (traspasó a Vlade Divac) y Bryant desembarcó en los Lakers, donde jugó 20 años, con su estilo espectacular, atlético, aunque muchas veces egoísta.

Fue Phil Jackson, paradójicamente, el alfarero del mejor Michael Jordan en Chicago Bulls, el que obtuvo su mejor versión. A partir de 2000, en sociedad con el pivot Shaquille O’Neal, marcó una época en la NBA. Ganó el título en 2000, 2001, 2002, 2009 y 2010; terminó dos veces como máximo anotador (2006 y 2007), fue dos veces MVP (mejor jugador) de las finales y uno de la fase regular. Participó en 18 ediciones del All Star Game. Sin temor a los momentos álgidos de los encuentros, siempre se encargó de los lanzamientos en el final de los encuentros cerrados. Se retiró en 2016 ante Utah Jazz, en un choque en el que logró 60 puntos, 23 de ellos en el último cuarto; la cifra más alta de aquella temporada.

Se trató de un basquetbolista especial, que rompió el molde del prototipo NBA. Cuando él tenía seis años, su padre se mudó a Italia para continuar con su carrera, por lo que también se transformó en un cultor del básquetbol FIBA -lo que explica su buena sintonía con Manu Ginóbili-, además de haber aprendido a hablar con fluidez en italiano y español. Se reveló como un fanático del fútbol, deporte que practicó, al punto que supo señalar que si hubiera continuado residiendo en Europa, podría haber terminado siendo futbolista. Admirador de Lionel Messi (con quien llegó a filmar un comercial de una línea aérea) y de Ronaldinho, respaldaba en las redes sociales al AC Milan y al Barcelona.

fuente: infobae

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