Alberto Fernández y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte

En la tarde de este viernes, el presidente Alberto Fernández mantuvo un encuentro con el primer ministro Giuseppe Conte. El país europeo le transmitirá su postura al FMI.

El presidente Alberto Fernández aseguró, a través de un mensaje publicado en la red social Twitter que el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, le dio “un importante apoyo” a Argentina para “resolver el problema de la deuda” que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI)

“Hoy me reuní con el presidente del Consejo de Ministros de Italia, GiuseppeConteIT. Conversamos sobre los desafíos que tenemos argentinos e italianos en el futuro y recibí de su parte un importante apoyo para buscar un camino que permita resolver el problema de nuestra deuda”, señalo Fernández.

Fuentes gubernamentales revelaron que el ministro de Economía, Martín Guzmán, se sumará el lunes a la gira en Berlín, para estar en la reunión que el Presidente mantendrá con la canciller alemana, Ángela Merkel.

El titular de la cartera económica llegará a Europa con un informe sobre el Club de París, dos días antes de que se produzca un encuentro entre Fernández y su par Francia, Emmanuel Macron, en la capital de la nación gala.

Hoy, Fernández se reunió con su colega italiano, Sergio Mattarella, y con el primer ministro Conte, tras visitar por la mañana al papa Francisco en el Vaticano.

Junto a las coincidencia con el papa Francisco, el compromiso italiano aparece como el primer gran resultado de la gira que, según el mismo Fernández adelantó, busca recoger respaldos en materia de deuda también en España, Alemania y Francia.

Fernández estuvo unos 50 minutos a solas con Conte en el Palacio Chigi de la capital italiana, donde fue recibido con el himno nacional argentino, y después de una reunión ampliada con ministros y secretarios.

Junto al presidente estuvieron el canciller Felipe Solá; la ministra de Justicia, Marcela Losardo; los secretarios de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi; y el embajador en Roma, Tomás Ferrari.

Luego, Fernández se reunió cerca de 40 minutos con Mattarella, a quien saludó en el segundo piso del Palacio Quirinale, un edificio construido en 1573 como residencia de verano para el papado, que desde 1947 funciona como residencia para el presidente de la República.

De la reunión en la denominada Sala alla Vetrata, participó junto a Fernández la misma delegación que había estado con Conte. Del lado italiano, sobresalía el canciller Luigi Di Maio.

El jefe de Estado se reunió además con representantes de organismos defensores de derechos humanos en la Casa Argentina en Roma y presenció la proyección del documental “Vera-Nunca Más el silencio”, que narra la lucha de Vera Vigevani Jarach, periodista de la agencia ANSA, en la búsqueda de su hija desaparecida.

El jefe de Estado, quien estuvo acompañado por Losardo, se entrevistó con Jarach; el diplomático italiano Enrico Calamai, que ayudó a argentinos y chilenos perseguidos y fundó el Comité por la Verdad y la Justicia para los nuevos desaparecidos; y Julio Frondizi, hijo del asesinado intelectual Silvio Frondizi, hermano del ex presidente Arturo Frondizi.

Un rato antes, en la puerta de la residencia de la embajada argentina ante la Santa Sede, Fernández se cruzó con un grupo de argentinos que le pidieron sacarse fotos junto a él y le expresaron su simpatía, luego de su encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano.

La residencia es el lugar donde Fernández se aloja junto a la primera dama, Fabiola Yañez, en el tercer piso de la Via della Conciliazione 22, a unos 300 metros del Vaticano.

Vítores, selfies y abrazos fueron parte de la escena en la tarde romana en las puertas de la residencia del embajador, vacía hasta que se formalice la designación de la nueva representante argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva, anunciada ayer.

Sobre ese cruce con turistas y residentes argentinos el gobierno negó la veracidad de una filmación que circuló en la red social Twitter con imágenes de un supuesto escrache a Fernández, al señalar que se trató de “un video editado” con tomas reales de la salida del jefe de Estado de un edificio, al que luego se le agregaron “insultos”.

Así lo señalaron voceros de la Presidencia, que indicaron que “el video es real; está tomado cuando el presidente sale del edificio pero el audio de los insultos de un supuesto grupo de argentinos fue agregado posteriormente”.

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