En el seminario de economía que celebra en el Vaticano, el papa Francisco se refirió sin mencionarla a la situación de la Argentina. Ante la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, llamó a los organismos internacionales a impulsar un alivio para los países endeudados, habló de solidaridad y también en contra de la acumulación financiera.
El Papa habló justo antes que Georgieva y a poco de que fuera el turno en el micrófono del ministro argentino, Guzmán. El Vaticano es la sede para un seminario de economía en el que resuena el lenguaje al que recurren el presidente Alberto Fernández y sus funcionarios. Georgieva y Guzmán serán oradores del evento que lleva por nombre “Nuevas formas de solidaridad hacia la inclusión, la integración y la innovación fraternales”.
“Es bueno recordar que no existe una ley mágica o invisible que nos condene al congelamiento o la parálisis frente a la injusticia. Y menos aún existe una racionalidad económica que suponga que la persona humana es simplemente una acumuladora de beneficios individuales ajenos a su condición de ser social”, dijo Francisco en uno de los pasajes más cercanos a la situación argentina.
El pontífice luego citó a uno de sus antecesores para ahondar sobre el mismo tema: “Las exigencias morales de Juan Pablo II en 1991 resultan asombrosamente actuales hoy, cito: Es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas. No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando este vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y la desesperación a poblaciones enteras. No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables. En estos casos es necesario, como por lo demás está ocurriendo en parte, encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso. Fin de la cita”.
Además, el Papa se refirió a los objetivos para el desarrollo de la ONU. “De hecho, los objetivos del desarrollo sostenible aprobados por unanimidad por todas las naciones, también reconocen este punto. Es un punto humano y exhorta a todos los pueblos a ayudar a los países en desarrollo a lograr la sostenibilidad de la deuda a largo plazo a través de políticas coordinadas destinadas a fomentar el financiamiento de la deuda, el alivio de la deuda y la reestructuración de la deuda, según corresponda. Y abordar el problema externo de deuda de los países pobres muy endeudados para reducir la angustia de la deuda. En estos deben consistir las nuevas formas de solidaridad que hoy nos convocan”, concluyó.
Por último, le pidió a organismos como el FMI trabajar en favor de aliviar la carga de deuda de países en problemas. “Cuando los organismos multilaterales de crédito asesoren a las diferentes naciones resulta importante tener en cuenta los conceptos elevados de la justicia fiscal, los presupuestos públicos responsables en su endeudamiento y, sobre todo, la promoción efectiva y protagónica de los más pobres en el entramado social. Recuérdenle su responsabilidad de proporcionar asistencia para el desarrollo a las naciones empobrecidas y alivio de la deuda para las naciones muy endeudadas”, dijo.
Minutos después del encuentro, la número uno del FMI usó Twitter para comentar el encuentro. “Mi inmensa gratitud al Papa Francisco [@Pontifex] por unirse a nuestro diálogo y por sus palabras inspiradoras. ¡Compartimos plenamente su visión de que la economía global necesita ser más inclusiva, más fraterna y debe preocuparse por el hogar de todos, nuestro planeta!”, expresó Georgieva.