“Quiero, por favor, ayuda por mi hijo adicto. Que alguien lo interne, porque me robó hasta las mochilas de mis otros hijos y las vendió para comprarse drogas”. Mercedes Ordóñez (40) una mujer reveló ayer que el protagonista es su hijo, Mariano Agustín, de 22 años. “El tiene problemas de drogas. Desde el 2018 que hago exposiciones en la 5ª, pero como es mayor de edad nadie puede obligarlo a internarse”.
Ahondó: “Soy familiar directo y tampoco puedo denunciarlo”.
la mujer, oriunda de Santiago capital, relató que en el día a día, “él roba y todo lo que hace es para drogarse. Cuando me saca cosas, las vende, se droga, se va de casa y vuelve a los dos o tres días totalmente perdido”.
Amarga memoria
La mujer recuerda todo lo sustraído. “A mi hija le robó una moto que compró hace un mes. No es todo. Me robó la mochila de mi hijo chiquito, una pava eléctrica, un TV, ropa, zapatillas, todo lo que se puede hacer dinero”.
Para Mercedes, “la situación no da para más. Temo que haga daño a alguien, o mate, o lo maten a él. No vaya a ser cosa que hasta haga más daño a sus hermanos”.
Más adelante, acotó que también “yo debo dar la cara y devolver cosas que él roba. No tengo recursos y mis otros hijos sufren conmigo. Así no podemos vivir ninguno en paz”, reflexionó al borde del llanto.
La Ley
Aún a sabiendas de que su hijo es mayor de edad, Mercedes clamó por ayuda. “Que algún fiscal, o un juez, me den una mano. Necesito que lo internen. Que una institución lo ayude en rehabilitación. Él vive conmigo, pero no me escucha. No lo afecta ni el llanto de sus hermanos, en especial la mujercita que le habla y le habla, en vano”.
Afirmó que las exposiciones fueron claras desde el año 2018, pero todos los intentos chocaron con la adicción que poco a poco lo aleja más de su hijo y lo torna peligroso y no tan imprevisible para familiares, amigos, vecinos y para él mismo, enfatizó sollozante y con evidente impotencia.
El desvelo de la madre y de los hermanitos no tiene fin
El joven deambula entre su casa y la de los amigos. En diálogo con EL LIBERAL, Mercedes ahondó que cuando regresa “tenemos que cuidarnos, tanto por los robos, sino también porque puede hacerle daño hasta a sus hermanos”.
En su extensa charla, la mujer reveló que su hijo está separado. “Tiene dos hijitos, de 3 años y 4 meses a los cuales no solo no ve, sino que no cumple con sus obligaciones de cuidarlos, alimentos y velar por su protección”.
En definitiva, Mercedes hoy golpea cuantas puertas encuentra en su camino, porque no quiere pero intuye que algo malo puede pasar. “Puede que se haga daño, nos lo haga a nosotros, atente contra alguien, o bien él mismo termine matándose por las drogas”.
fuente: elliberal