Por Marcelo Pérez para DIARIO CUARTO PODER
“Los políticos y funcionarios públicos tienen el doble de responsabilidad que un ciudadano común. Por ello, el castigo ante una falta grave debería ser mayor”.
A mediados de diciembre pasado aparecía en una ciudad china llamada Wuhan una enfermedad pulmonar terrible llamada “coronavirus” de muy alta transmisibilidad que pronto se esparció en más de 160 países y que hasta hoy causó más de 400.000 contagios y 17.500 muertos. El virus se propaga con mucha rapidez y -según la Organización Mundial de la Salud-, el contagio por lo general es de persona a persona. De ahí que muchos gobiernos hayan decidido cerrar sus fronteras y establecer cuarentenas en su población –como Argentina- a fin de evitar la circulación interna de ciudadanos que pudieran estar infectados y propagar el virus a personas sanas.
El coronavirus puede causar diversas afecciones, desde un resfriado común hasta enfermedades más graves y mortales como la neumonía y síndrome respiratorio agudo severo. Por eso, las recomendaciones para no propagar la infección son una buena higiene de manos y vías respiratorias, cubrirse la boca y nariz al toser y estornudar con una servilleta, no utilizar las manos que luego pueden tocar otras superficies y contagiar a más personas que la toquen. Asimismo, se debe evitar el contacto estrecho con cualquier persona que presente signos de afección respiratoria, como tos o estornudos. Además, se recomienda mantener una distancia de 1,8 metros de otras personas para minimizar posibilidad de infección, en caso de que uno tosa, estornude o dispersa gotas de salivas al hablar.
La pandemia de los “giles”
Toda esta introducción sirve para plantear la irresponsabilidad con la que se manejan algunos políticos y funcionarios públicos tucumanos, personas que se sienten omnipotentes y dueños de la verdad, al punto de no reconocer sus errores y buscar siempre culpables donde no los hay. El legislador provincial, Ricardo Bussi, se comportó como un verdadero ignorante, un lelo (por decirlo de manera respetuosa) al actuar con tanta negligencia en tiempos de una severa pandemia. No respetó los protocolos, mintió al decir que no viajó fuera del país, sino que fue a Brasil (¿dónde queda Brasil, en Misiones?) y no respetó la cuarentena que todo viajero debe realizar. Todo eso con el agravante de que era portador del mortal coronavirus.
Dicen que hay dos cosas infinitas: “el universo y la estupidez humana”, y Bussi terminó por confirmar esa genial frase de Albert Einstein, al concurrir a la Legislatura, participar de sesiones y de comisiones, brindar conferencia de prensa y recibir a un “sinfín” de personas en su despacho.
A raíz de su comportamiento, ahora será investigado por la Justicia, ante la sospecha de haber diseminado la pandemia sin poner a resguardo a terceros. “Volví de Brasil el 20/2. El lunes 16/3 a la noche tuve problemas gástricos. El martes 17 consulte a mi médico y me diagnosticó gastroenteritis. Fui a sesión, que terminó al mediodía. A la tarde tuve fiebre. Llamé a mi Obra Social y me recomendaron dar aviso”, reseñó Bussi a través de su cuenta personal de Twitter.
Luego indicó que tras tomarle las muestras le dieron el resultado positivo de coronavirus.
“No me considero el desenlace de esta tragedia”, indicó a través de un comunicado y un video que subió a las redes sociales, en el que insistió en señalar que no había presentado síntomas compatibles con coronavirus. Pero quedó en el ojo de la tormenta porque una semana antes había trascendido a través de un portal periodístico que estaba contagiado de coronavirus.
En ese momento, el propio legislador cuestionó a los periodistas de “inventar la noticia.
A raíz de su comportamiento, ahora Bussi, afronta un pedido de desafuero para avanzar con su destitución por no respetar las medidas de aislamiento, a parte de una causa penal.
“Los que estamos en cargos públicos tenemos no sólo el compromiso, sino también el deber y la responsabilidad de cuidar a todos”, señaló el legislador Gonzalo Monteros, al pedir el desafuero de Bussi. Otra legisladora, Sandra Tirado, también repudió la actitud del hijo del General al “mostrar alto nivel de irresponsabilidad social, poniendo en riesgo a muchas personas”.
“Me tomó realmente por sorpresa, pensé que iba a dar negativo, la verdad es que me siento muy bien y por eso me extraña la noticia. Me siento realmente muy bien, muy bien. Estoy saludable, enérgico, estoy comiendo bien y me siento con mucha pila”, dijo Bussi en un mensaje por las redes sociales. Él está bien. ¡Qué bueno! ¿Y sabe o le preocupa saber cómo están las personas que estuvieron cerca de él los últimos 20 ó 30 días?
El primo de…
Pero Bussi no es el único capaz de cometer estupideces. Hay otros tucumanos que se manejan de igual forma, que transgreden normas, leyes, decretos y todo lo que se les ocurra, porque son portadores de apellido, son familiar de, amigo de, y que llegaron a ocupar cargos importantes en representación de Tucumán simplemente por parentesco. Es el caso de Benjamín Bromberg, primo del senador José Alperovich, ex diputado nacional y actualmente funcionario del gobierno provincial en Buenos Aires. ¿Qué hizo Bromberg? Actuó con irresponsabilidad, negligencia, soberbia -igual que Bussi- al no acatar la cuarentena tras volver de viaje de Europa. Como si fuera poco, les mintió a las autoridades, dijo que era Diputado Nacional (hace 5 años que no lo es) e intentó eludir un control policial para salir a correr en medio del aislamiento social obligatorio. Un personaje despreciable por donde se lo mire.
Por esa actitud, se abrió una causa en Comodoro Py.
Bromberg, no cumplió con las dos semanas de aislamiento tras regresar de un viaje por España, país considerado foco de contagio del coronavirus. El primo de José Jorge, al parecer se pasa las medidas nacionales por donde más le gusta, y ayer mismo pretendía salir a correr por las calles de Buenos Aires, pese a la vigencia de la cuarentena que no permite la circulación salvo las excepciones establecidas hasta el 31 de marzo.
A Bromberg lo denunció un vecino mediante un llamado a la línea 147. A partir de esa denuncia tomó intervención José Luis Agüero Iturbe quien subroga la fiscal de la Cámara Federal porteña. Después de constatar a través de la Dirección Nacional de Migraciones que Bromberg había regresado el 5 de marzo desde España, se inició el expediente. El vecino aseguró que se movía por el barrio sin guardar el aislamiento obligatorio para los que habían regresado al país desde Europa. Y explicó que en el edificio donde vive el ex diputado nacional hay cámaras de seguridad que registraron los movimientos que respaldan su denuncia.
Gobierno inflexible
Bromberg fue denunciado por desobediencia al primer decreto de Necesidad y Urgencia dictado por el presidente Alberto Fernández para intentar mitigar los efectos del coronavirus.
Debido a la emergencia sanitaria, según se estableció mediante DNU, quienes violen el aislamiento serán denunciados por la posible comisión de los delitos previstos en los artículos 205 y 239 del Código Penal. El último establece que “será reprimido con prisión de quince días a un año, el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquél o en virtud de una obligación legal”.
La otra figura legal está dentro del Capítulo IV del Título VII del Código Penal que tipifica los delitos contra la salud pública. Así el artículo 205 dice que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
Según se pudo reconstruir, el 21 de marzo pasado se produjo un altercado en la calle con Bromberg cuando los policías quisieron notificarlo de la existencia de la causa en su contra. Primero dijo ser funcionario nacional y luego diputado nacional por Tucumán y no quiso firmar el acta correspondiente. Fue por su reticencia que se tuvieron que conseguir testigos para dar cuenta de ello. Esa misma mañana habían ido a notificarlo y Bromberg y no estaba, aunque su período de cuarentena post viaje está vigente hasta el 20. Un pelotudo importante!!!
Cuando el país y los tribunales retomen su ritmo habitual, Bromberg y Bussi tendrán que responder por lo que fue denunciado.