Recetas a nombre de muertos, farmacias que facturaban hasta un millón de pesos mensuales por medicamentos para diabéticos y sellos médicos falsificados son apenas algunas de las irregularidades que la Justicia detectó en Santiago del Estero, donde operaba un sofisticado esquema de estafa al PAMI.
La luz de alarma se encendió en marzo, luego de que una farmacéutica sospechara de la frecuencia con que Teresa Acosta y Edgardo Alegre, dos de sus clientes más habituales, iban a comprar a su comercio. Presentó entonces una denuncia para que se investigara por qué el matrimonio se presentaba con tanta frecuencia a retirar insulina y tiras reactivas para medir el nivel de glucosa con recetas del PAMI que les cubrían el 100% del tratamiento.
Un tiempo después, la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) PAMI empezó su propia investigación para indagar en las cifras insólitas que se pagaban en Santiago del Estero. Según publica el diario La Nación, entre julio de 2015 y febrero de este año, las farmacias de la provincia le facturaron al PAMI $154 millones sólo en insulina y tiras reactivas, pero en la provincia hay sólo 2.000 enfermos de diabetes. Si las cifras fuesen reales, implicaría que el Estado pagó $9.625 por mes para la medicación de cada uno de ellos. Hoy, las tiras reactivas tienen un valor de $680 en el mercado.
“Hay personas mayores que mandan a través de cadetes o familiares a buscar los medicamentos, pero en este caso se trataba de una estafa“, explicó el fiscal federal de Santiago del Estero, Pedro Simón, en diálogo con radio Belgrano.
Por el hecho son investigadas 16 personas y ya hay al menos dos detenidos. Este fin de semana, el presunto jefe de la organización fue capturado en un country de Córdoba. A él se le suma una empleada de PAMI de la ciudad de Loreto, en esa misma provincia, que había retirado 6.000 formularios de la entidad.
Los procedimientos incluyeron también un allanamiento a la casa del matrimonio que dio pie a la denuncia. “Hicimos un procedimiento con Gendarmería Nacional, donde descubrimos que falsificaban las recetas y tenían en su casa medicamentos, planchas de troqueles truchos, sellos de profesionales médicos y carnet de afiliados del PAMI”, detalló Simón.
La investigación descubrió además que la banda tenía en su poder un listado con los nombres de los afiliados al PAMI. Hasta el momento, entre las recetas que pudieron rastrear descubrieron que se compraron medicamentos a nombre de jubilados que no son insulinodependientes e incluso casos en los que lo hicieron a nombre de personas ya fallecidas.
En el PAMI sospechan que la banda desbaratada no es la única que opera con la misma modalidad. “Tenemos indicios de que esta lógica se da en otros puntos del país” -confirmó el titular del PAMI, Carlos Regazzoni. “Estas redes de corrupción son las que están llevando al PAMI al colapso”, concluyó.