Un prestigioso abogado, hermano de un juez, quedó envuelto junto a su hijo en un escándalo en la ciudad de Dolores: los filmaron saliendo de un exclusivo club, a donde entraron para jugar al tenis. Una vecina escuchó el ir y venir de la pelota en medio del silencio de una tarde de domingo y llamó a la policía. El abogado, que había sido incluso presidente del club, decidió entrar junto a su hijo, saltando un paredón. Se fueron con el barbijo puesto junto con los uniformados. Ahora, los dos fueron imputados en una causa penal y acaban de pedir embargar sus bienes por 700 mil pesos, revelaron fuentes judiciales.
Todo ocurrió el domingo pasado en el Club Privado Naytuel. Una vecina escuchó el repiqueteo y algunos murmullos. Los sonidos venían de la cancha de tenis. Se indignó: parecía que estaban juntando, pero el club estaba cerrado. Y la gente debía estar en sus casas por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
La vecina llamó a la Policía y los jugadores terminaron saliendo. Una periodista de Dolores, Paola Atayaro, que vive cerca del club y tiene un programa local, fue hasta allí y los filmó. “¿Ustedes son los vivos que rompen la cuarentena y nos ponen en peligro a todos? -les gritó- Te felicito, tenés una viveza bárbara”. Se los veía que usaban barbijos.
El video se viralizó en redes sociales. “Mi hijo, mi vieja, mis sobrinos, mis tíos, mis amigas, sus hijos hace un mes que están encerrados. Con miedo para ir a hacer compras, tratando de cuidarnos lo más que podemos. Y tenemos la otra parte de la sociedad que no le importa su vida ni la de los demás y aún después del toque de queda seguían jugando al tenis en Naytuel como si nada. Quiero saber la opinión de las autoridades del club a ver que opinan. Acá están los protagonistas del día. Mis felicitaciones al personal policial en su día. También son niñeros de inadaptados como estos”, decía el mensaje de Atayaro.
El problema creció cuando se supo que los protagonistas del escándalo eran Marcos Ernesto Giles, un conocido civilista de la ciudad, y su hijo. El abogado es conocido en la ciudad porque además es el hermano del juez de Garantías de Dolores, Gastón Giles. Había sido además presidente del Campo de Recreación Familiar Naytuel, en donde estaba jugando, confirmaron fuentes judiciales.
Ahora, tras la intervención de la policía local, padre e hijo terminaron imputados en la justicia federal, en una causa que instruyen el juez Alejo Ramos Padilla y el fiscal Juan Pablo Curi. Según precisaron fuentes consultadas, el fiscal los imputó de tres delitos: violación de domicilio, que fija una pena de hasta dos años de prisión, por haber irrumpido en el club; la violación a las medidas adoptadas para impedir la propagación de la pandemia, que también tiene prevista un pena máxima de dos años de cárcel; y la desobediencia a funcionario público, castigado con una pena de entre 15 días y un año.
Además, el fiscal solicitó que dicte un embargo preventivo sobre sus bienes por 350 mil pesos a cada uno, y que se lleven adelante una serie de medidas de prueba para corroborar lo sucedido y avanzar con la investigación, una de las tantas que se abrieron por la violación de la cuarentena.
El club también hizo pública su posición. “Ante el hecho que es de público conocimiento el Club Naytuel informa que las instalaciones se encuentran cerradas desde el 16 de marzo, respetando la normativa nacional referente a la cuarentena preventiva y obligatoria. Así mismo el Club iniciará las acciones internas correspondientes”, comunicó, según indicaron medios locales.
Como era de esperar, lo sucedido se convirtió en el único tema de la ciudad de Dolores por estas horas. Y también aparecieron los “memes”. Haciendo alusión a su apellido, aparecieron las imágenes de padre e hijo como protagonistas del afiche de la película “La odisea de los giles”. El abogado llevaba puesta una remera del “US Open”.