El presidente Alberto Fernández mantendrá esta tarde a partir de las 17 una audiencia en la residencia de Olivos con los principales representantes de las cámaras empresarias y con secretarios generales de los gremios. Fuentes oficiales vincularon el encuentro a la negociación de la deuda y no a las discusiones por la prórroga de la cuarentena total, que vence el domingo.
Según se informó en forma oficial, asistirán los titulares y representantes de la Unión Industrial Argentina, de la Cámara de Comercio, de la Cámara de la Construcción, de la CGT, de la Asociación de Bancos de la República Argentina, la Sociedad Rural y la Bolsa de Comercio.
El Presidente estará acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Esta mañana, el gobierno recibió una mala noticia: los tres principales grupos de acreedores de la Argentina se unieron y en un comunicado conjunto expresaron su rechazo a la oferta realizada por la Argentina.
“El Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos de Canje de Argentina representan colectivamente un amplio y diverso espectro de tenedores de bonos soberanos de Argentina. Cada grupo ya ha rechazado públicamente los términos comerciales propuestos por Argentina para la reestructuración de su deuda externa”, dijeron los tres grupos organizados de tenedores de bonos argentinos en un comunicado conjunto.
Esta mañana, Guzmán y los ministros y secretarios de Estado que integran el gabinete económico se reunieron en Casa Rosada para analizar la evolución de la negociación por la deuda y evaluar las nuevas herramientas de asistencia en medio de la crisis provocada por la cuarentena total, que ya lleva un mes y medio.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que encabezó el encuentro -se extendió hasta pasado el mediodía- adelantó que una de las medidas que implementarán será la prórroga del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) al mes de abril (se abona este mes). En paralelo, el Poder Ejecutivo recibe a diario pedidos de diversos sectores que necesitan reanudar su actividad.
Este lunes, además, entraron en vigencia nuevas restricciones para el acceso al mercado de cambios con el objetivo de cuidar las reservas del Banco Central. Miguel Pesce, el titular del Banco Central, fue uno de los funcionarios que participó del gabinete económico convocado ayer por el jefe de Gabinete. Claudio Moroni, Matías Kulfas, Mercedes Marcó del Pont, Cecilia Todesca, María Fernanda Raverta -fue su debut tras ser oficializada el jueves al frente de la ANSES- y Guzmán también fueron de la partida.
El ministro de Hacienda, sin embargo, se retiró del encuentro encabezado por Cafiero un rato después de las 11, menos de una hora después de comenzado. Cruzó solo a su oficina de enfrente de la Casa Rosada. Al rato, el Gobierno anunció la convocación al cónclave de esta tarde en el que el Presidente buscará un consenso general de los empresarios y los gremios a la negociación de la deuda, que entró en la recta final y que el riesgo de un nuevo default asoma entre las posibilidades.
“Lo que sabemos nosotros es que es para hablar de la deuda externa. Nos van a pedir una unión de los actores principales de la economía en brindar un apoyo masivo a la posición del Gobierno. No me imagino otra cosa”, adelantó uno de los integrantes de una de las cámaras empresaria convocada para esta tarde.
Esta mañana, en tanto, los principales matutinos publicaron una solicitada rubricada por todos los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño –la única firma ausente fue la de Alberto Rodríguez Saá-, cuyo borrador pasó por los despachos provinciales durante la semana, en apoyo a la negociación del gobierno con los acreedores. Bajo el título “Argentina, un futuro posible”, los mandatarios provinciales calificaron la oferta argentina como “un plan de pagos sustentable y creíble, hecho con seriedad”.
El Presidente, en compañía de Cristina Kirchner y del ministro Guzmán, había recibido a los gobernadores a mediados de abril en lo que fue la presentación del plan de pago a los acreedores. Desde ese momento, el reloj empezó a correr. En la semana decisiva, la Casa Rosada busca ahora el apoyo de los empresarios y el sindicalismo.