Por Pablo Batalla* para Diario Cuarto Poder | Pandemia violenta. Un conductor al que se le secuestraban el vehículo agredió a una agente de Tránsito de Las Talitas. La Justicia ordenó que no se lo prive de la libertad. Un doble mensaje que resulta más que peligroso.
Controles desde el inicio de la Cuarentena
Desde que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, decretó el aislamiento social, la provincia y los municipios comenzaron a establecer controles para evitar la circulación de aquellos que no estaban autorizados o exceptuados.
Uno de los municipios que estableció celosos controles, muchas veces en conjunto con la Policía de la provincia, Policía Federal y Gendarmería, fue justamente la municipalidad de Las Talitas, por iniciativa y orden del intendente Carlos Najar.
Compromiso y riesgo de los agentes de tránsito
En cada oportunidad que tiene, el propio Najar destaca el compromiso y el riesgo que implica para los agentes de Tránsito de su municipio cumplir con esas tareas que, por otra parte, dan seguridad a los 75 mil talitenses.
Sin embargo, el jueves pasado, una de las agentes participantes de un control vehicular, Trinidad del Valle Salguero, fue atacada por Mario Manuel Anselmo, a quien se le estaba redactando el acta de secuestro del rodado.
Retención del vehículo y agresión
El hecho ocurrió a las 19 de ayer, jueves 7 de mayo, en un control de avenida Juan B. Justo y Pasaje Álvarez, en donde se procedía a la retención preventiva de una camioneta Renault Kangoo, por infracción a la ley 24.449.
El vehículo estaba siendo retenido y se lo iba a enviar al Corralón Municipal, por lo que se estaba redactando el acta correspondiente. En ese momento, el sujeto, agredió físicamente a la trabajadora de Tránsito.
El sujeto fue detenido por personal policial.
Golpeador liberado de inmediato
En la detención del sujeto intervino personal de las Divisiones de Prevención Seguridad Ciudadana y Patrulla Motorizada Las Talitas, quienes lo pusieron a disposición de la Justicia, por Lesiones y otros delitos.
Intervino en el hecho la Fiscalía Especial en lo Criminal de Turno del CJC, que dispuso que no “en contra de Anselmo no se adopten medidas privativas de la libertad”. La decisión dejó abierta una polémica sobre quienes circulan en medio de esta pandemia.
La irresponsabilidad de muchos conductores, que no cumplen con la documentación mínima exigida, es llamativa, pero también es decepcionante el accionar judicial.
La vara no es igual para la señora con ojos vendados
El hecho, sumado a otro reciente de un sujeto que vino desde la provincia de Catamarca, con una autorización nacional adulterada y que su vehículo también fue retenido hace algunos días en el municipio de Las Talitas, genera polémica.
Mientras que el operativo “Nadie en las calles” lleva detenidos a 5.294 infractores hasta la jornada de ayer y 3.236 vehículos, entre bicicletas, motos y rodados mayores, sólo en Capital, parece que no se aplica el mismo criterio en todos los casos.
Un precedente peligroso
Si se permite que estos actos de violencia tengan como destinatarios a las personas encargadas de controlar y ayudar de esa manera a evitar el contagio de COVID 19, se está generando un precedente peligroso.
Si bien es cierto, los ánimos puede estar caldeados o potenciados por el estrés propio del aislamiento social obligatorio, no es menos cierto que aquellos trabajadores que tienen que salir a la calle a cumplir con su labor tienen una doble presión.
La policía cumplió con su labor, detuvo al agresor, y quizás muchas veces se habla mal de los uniformados al decir que “no hacen nada por la seguridad”. No hay que generalizar las expresiones porque las excepciones siempre existen.
Aunar criterios
Los funcionarios judiciales y representantes de ese importante Poder del Estado, deberían unificar criterios para que las decisiones que se toman en ese ámbito, no parezcan disímiles según el área que tenga que dar la definición.
Por otra parte, no se puede dar licencia a los conductores que no cumplan con las normas vigentes, a que resuelvan las sanciones establecidas con golpes de puño y menos cuando la destinataria es una mujer, que tiene que ponerle el cuerpo a la pandemia.
Un poco de solidaridad
Estos tiempos deberían ser propicios para mostrar un poco de solidaridad con aquellos que tienen la función de protegernos, los policías, agentes de tránsito, gendarmes, policías federales, entre otros.
Ellos también tienen familia, no están exceptuados de contraer el virus y cumplen con sus funciones, lo menos que se puede hacer por ellos es respetar su trabajo y si no se cuenta con los papeles y autorizaciones pertinentes, a quedarse en casa.
*Analista político