El femicida Ricardo Barreda murió esta noche, a los 83 años, confirmaron fuentes policiales. El odontólogo platense había sido condenado a prisión perpetua por asesinar el 15 de noviembre de 1992 en su casa a su mujer, sus dos hijas y su suegra, en uno de los crímenes más célebres de la historia argentiina.
Falleció en el geriátrico Del Rosario de José C. Paz por “causas naturales”, según confirmaron fuentes policiales a Infobae. La información fue provista por el director del lugar a la Policía Bonaerense. Tenía 83 años y estaba bajo libertad condicional. Cobraba una jubilación del ANSES desde 2018, según sus registros previsionales.
Barreda pasó sus últimos años en la pobreza. Sin hogar, tras vivir un año entre los pasillos del Hospital General Villegas de Pacheco -donde se decía que simulaba ser otra persona, que amenazaba a médicos y enfermeros- fue internado por un breve período en el hospital Eva Perón del municipio. Desgastado, Barreda usaba pañales en el centro médico, tenía lagunas en su discurso, algo que varios médicos tomaron por síntomas de Alzheimer, aunque nunca fue diagnosticado. Luego llegó a una pensión de la zona, donde el dueño lo intimó a echarlo: Barreda gritaba, hablaba solo, a veces gritaba. En la peatonal de San Martín la gente lo seguía para pedirle fotos. Se lo veía comiendo en una fonda de la zona. Decía que le era difícil recordar a sus hijas.