Las denunciantes aseguran que fueron vejadas y recibieron torturas similares a las de un campo de concentración. La jueza de Garantías 1 de La Matanza, Mari Castillo dictó la prisión preventiva por la “existencia de riesgos procesales”.
Las 28 mujeres que fueron víctimas de abusos sexuales y vejámenes en la comisaría de la localidad bonaerense de La Tablada sufrieron consecuencias “nefastas y traumáticas” tras haber estado detenidas en un sitio similar a un “campo de concentración”, según lo determinó la justicia. Hay nueve policías acusados de estos hechos.
Intervención judicial
La jueza de Garantías 1 de La Matanza, Mari Castillo, coincidió con la acusación planteada por los fiscales de la causa, Fernando López y María Julia Panzoni, de la Ayudantía Fiscal especializada en delitos de Gravedad Institucional.
Los fiscales requirieron el procesamiento con prisión preventiva de 9 policías acusados de los delitos de “severidades, abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por funcionario de la fuerza policial y vejaciones agravadas”, entre septiembre de 2019 y enero último, en la seccional 3era. de La Tablada.
Consecuencias nefastas
En el escrito la jueza señaló que hubo “situaciones de humillación, abuso, discriminación y destrato, entre otras vivencias que generaron -en mayor o menor medida- sentimientos de indefensión, temor y angustia, siendo la piedra angular de tales diagnóstico, asimilables a los episodios narrados en autos”.
Equipo de Inspección
La magistrada tuvo en cuenta los declaraciones de los integrantes de los equipos de Inspecciones y Salud Mental de la Comisión Provincial por la Memoria que entrevistaron a las víctimas. “Y ello encuentra sustento en los testimonios de los miembros de la CPM, quienes han sido las primeras personas en tener contacto directo con la situación y las víctimas, al acercarse a la comisaría en cuestión, entrevistarse con las femeninas alojadas escucharlas y observar las condiciones en que aquellas se encontraban”, sostuvo.
Un campo de concentración
Al respecto, uno de los integrantes de la CPM afirmó que al salir del lugar tuvieron la sensación de que fue como haber estado en un “campo de concentración” y que hace doce años recorren cárceles y comisarías para inspeccionar pero este “nivel de tortura y vejámenes” no lo veían “hace tiempo”.
fuente: infobae