Por Marcelo Pérez para Diario Cuarto Poder | Todo está supeditado a la “curva de contagios”. Para el Ministerio de Educación de la Nación hay provincias como Tucumán, donde se puede retomar el cursado presencial en agosto, con los recaudos sanitarios necesarios. Aunque desde el SIPROSA alertan que junio, julio y agosto, son meses bravos en materia de contagio de enfermedades respiratorias.
Casi 100 días de aislamiento
La pandemia de coronavirus que afecta al mundo y que sumió a los argentinos en una extensa cuarentena desde el pasado 20 de marzo, impide hasta aquí saber a ciencias ciertas la fecha exacta de cuándo los alumnos podrán volver a las aulas.
Si bien en muchas provincias de a poco comenzó a flexibilizarse el aislamiento obligatorio, reabriendo las distintas actividades económicas, productivas y sociales; desde las más altas esferas del Ministerio de Educación de la Nación, en conjunto con las autoridades sanitarias, siguen trabajando y analizando minuciosamente la conveniencia de retomar las clases y el mes elegido para ello sería agosto, después de las vacaciones de invierno.
Meses picos de contagios
Sin embargo, se sigue hablando en potencial porque todos coinciden en que Junio, Julio y Agosto pueden ser meses pico de contagio de coronavirus en nuestro país, teniendo en cuenta que es justamente en ese trimestre del año cuando se producen los mayores contagios de enfermedades respiratorias (resfríos, gripes, bronquiolitis) y el coronavirus es una enfermedad infecciosa de esa familia que ataca principalmente en invierno.
Desde el SIPROSA lo sabe y por eso, el secretario ejecutivo médico, Luis Medina Ruiz, alertó sobre la necesidad de tomar los recaudos necesarios antes de lanzar una fecha estimativa de la vuelta a clases. “Normalmente, todos los años, junio, julio y parte agosto, son los meses más críticos de cuadros respiratorios”.
En “potencial” siempre
Amén de ello, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, habló ayer en potencial sobre que el 85% del país podría volver a las aulas en agosto, respetando un protocolo especial. Tanto Trotta como el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, hablaron del retorno a clases “después de la pandemia”. ¿Pero quién puede asegurar que en agosto el coronavirus quedará atrás?
El Interior, “otro país”
Igual, ellos son optimistas, y piensan que, principalmente en el Interior del país, la situación es distinta a la del AMBA (región metropolitana) y por eso trabajan de lleno en los protocolos para el regreso presencial a las clases en función de la situación epidemiológica de cada provincia. Hoy Tucumán está en “Fase 4”, o sea de distanciamiento social y no de aislamiento, por lo que es muy probable que de continuar sin circulación del virus en su territorio, se puedan reabrir las escuelas.
En tal caso, se aplicaría un sistema de búsqueda de síntomas para activar los protocolos de detección y aislamiento ante un caso sospechoso.
También se reforzarían las acciones de vacunación a través del sistema educativo para evitar enfermedades prevenibles. Así, existe la posibilidad de que todos los docentes cuenten con la vacuna antigripal como requisito para la vuelta a clases, como así también que todos los niños y adolescentes que vuelvan a las aulas, cuenten con el Calendario de Vacunación al día.
Otra escuela
La subsecretaría de Educación de la Nación, Laura Sirotzky, reconoció que cuando los niños, adolescentes y profesores retornen a las aulas la escuela no va a ser la misma: “Sabemos que las aulas no van a ocuparse plenamente para respetar el distanciamiento social, por lo que es probable que se combine un esquema presencial con uno a distancia”.
De acuerdo a lo que se está trabajando en el ministerio nacional, el plan oficial de retorno al ciclo lectivo en agosto, empezará primero con los que deban terminar la primaria y el secundario. Mientras que al último se sumarán las carreras universitarias.
Lo que diga la Nación
El ministro de Educación de Tucumán, Juan Pablo Lichtmajer, acompañado por la ministra de Salud, Rossana Chahla, participaron del encuentro virtual entre los consejos federales de Educación y Salud de la Nación y al respecto señalaron que la prioridad de la provincia es trabajar en conjunto con Nación para generar estrategias para estar preparados al momento del regreso presencial a las aulas.
Justamente, para reabrir las escuelas hay que tener las aulas en condiciones, y la salud de los alumnos y del personal en buen estado. En tal sentido, Tucumán se encuentra un paso adelante ya que hace prácticamente un año viene trabajando con el programa Salud + Escuela, donde justamente se lleva a cabo una estrategia sanitaria que están presentando a nivel nacional como necesario para regresar a la escuela.
En el AMBA, todo más difícil
En tanto, y debido a que en Bueno Aires el coronavirus no da respiro, se analiza la posibilidad de una jornada escolar de 3 horas y con estrictos controles en recreos y baños. Barbijos obligatorios para los chicos desde los 7 años; ciclos de cuatro días de clases y de diez de “descanso”.
Se trata del modelo israelí que consiste en dividir a la escuela en dos. La mitad de los chicos irían cuatro días seguidos, de lunes a jueves. Después estudiarían en sus casas 10 días. A la semana siguiente iría la otra mitad del colegio también de lunes a jueves, y luego se quedarían en casa 10 días. La lógica del método es que desde que una persona se contagia, el virus puede estar latente durante 3 días con muy pocas chances de contagiar.
Diez días para no contagiar
Entonces, si llegara a pasar que un chico se infecte, al momento de contagiar ese alumno ya estaría en su casa cumpliendo el aislamiento de los otros 10 días. Siguiente este método, la idea es que aquellos maestros o profesores que no pueden asistir en forma presencial por estar dentro de los grupos de riesgo puedan dar clase, en forma virtual, a aquellos chicos que están diez días seguidos en sus casas.
Tres horas y con desayuno incluido
Las jornadas escolares presenciales serán bastante más cortas. Nunca más de tres horas. Tanto el desayuno como la merienda se darán en las aulas, de modo de no usar los comedores. No se va a permitir que ningún chico lleve a la escuela juguetes o pelota ni nada de la casa que no tenga que ver con las actividades escolares. Los recreos serán en tandas, con pocos chicos y se instrumentará un estricto control en el ingreso y dentro de los baños.
Además, los pupitres serán de cada chico y no podrán cambiarse, y habrá que garantizar que sea completamente desinfectado de una jornada para la otra. Lo mismo con todos los elementos de computación. Una cosa que quedó clara. De ningún modo se habilitará alguna escuela que no cuente con agua potable o tenga fallas en dicho suministro.
En términos generales, las clases de la “nueva normalidad” deberán incluir pautas de distanciamiento en las aulas y los espacios comunes (los recreos no podrán ser compartidos entre diferentes grados), el ingreso será escalonado a las escuelas para no aglomerar personas en las calles y en el transporte. También se extremarán las normas de higiene (después de cada turno se hará una desinfección total de la escuela) y elaborar un protocolo sobre cómo actuar ante eventuales casos positivos de coronavirus.
Articulación secundario-universidad
Tanto para el gobierno nacional como para los gobiernos provinciales, la prioridad en el esquema de retorno a las clases son los adolescentes que están terminando el secundario y que pretenden ingresar a la educación superior. Por este motivo es que se comenzó a diseñar un calendario especial que facilite la articulación entre ambos niveles educativos, extendiendo el ciclo lectivo para los estudiantes de 5º o 6º año hasta febrero-abril 2021 y prorrogando hasta mayo-junio de ese año el período de inscripción en las universidades.
Las escuelas rurales
El regreso a las clases en las escuelas rurales fue destacado también por el gobierno nacional. Se especula con la posibilidad de adelantar la apertura de las escuelas rurales incluso antes de agosto. La brecha digital existente entre las zonas rurales y las urbanas hace que el retorno a clases sea mucho más urgente para los chicos y chicas que viven en parajes más alejados.