Por Manuel Rivas* Director Diario Cuarto Poder | El ciclo conjunto de entrevistas de nuestro medio y Vamos Viendo, tiene el placer de presentar al escritor Gustavo Lujan, en un diálogo que no tiene desperdicio. Su visión de la poesía, la creatividad y el mercado editorial.
-¿De qué modo influyó la pandemia en su producción y en la difusión de sus obras?
-El acto de mi escritura está íntimamente ligado a la lectura, en ese ejercicio aparecen muchas veces los puntos de nucleación, ya sean palabras o frases, que luego precipitarán en una idea que podría resultar en un texto.
El aislamiento social, consecuencia de la pandemia, generó que pueda reencontrarme con lecturas, volver a mirar películas amadas una vez más, darme el tiempo para escuchar música en detalle que sería desde una escucha atenta entrando a las capas profundas de una composición que en general pasan desapercibidas. Estos tiempos posibilitaron que surjan textos, en general breves y diversos.
Con respecto a la difusión de mi escritura, frente a la imposibilidad de la circulación material y gracias a las iniciativas de mucha gente creativa pude participar en actividades gestionadas desde espacios independientes como el Vamos Viendo capítulo X (capitaneado por el poeta tucumano Marx Bauza) o en Sesión Poética Doppelgänger N° 14 (comandado por el poeta misionero Ludoviko Cortéz Romero), ambos eventos con circulación en redes sociales, el primero en Facebook y el segundo en Instagram.
Fui invitado a leer en el 16 Mayo de las Letras Digital organizado por el Ente de Cultura de Tucumán (la escritora Adriana Lucero fue el puente de la actividad en la que participé) que se difundió en las redes sociales y a través de programas emitidos por Canal 10 de Tucumán. También desde la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán se organizó un ciclo de escritores de Tucumán donde participe gracias a la invitación de Pablo Campos.
-El haber nacido en Chilecito, un pueblo al cobijo de la montaña, ¿influyó en la cadencia de sus versos?
-El paisaje externo aporta a la textura de las palabras que conformarán la urdimbre de un texto, es la cultura donde uno aprendió a ver el mundo, luego las búsquedas y las experiencias conformarán la trama de ese texto que por algún motivo, no del todo claro por lo menos para mi, es gestado en cimientos donde hay más Eros de lo que pueda sospecharse.
-¿Cómo recuerda su primer acercamiento con el mundo literario?
-Tuve el privilegio de ser un niño al que los adultos le leyeron muchos cuentos y poemas. La recuerdo a mi hermana mayor, que era adolescente entonces, leyéndome poemas que elegía y transcribía después en un cuaderno de espiral, esas pequeñas cosas inician mi tránsito en lecturas y escrituras.
Crecí en una casa con libros donde se escuchaba mucha música: Mercedes Sosa, Serrat, Silvio Rodríguez, El Dúo Salteño, tangos, etc., donde la letra era gravitante, pensar en Serrat es pensar en Miguel Hernández, en Machado. La obra de Silvio Rodríguez es homogénea en su lírica. Escuchar al Dúo Salteño es la musicalización por parte de Gustavo Leguizamón de bellísimos poemas de Manuel Castilla principalmente.
Pero Mercedes Sosa es una exposición de lo mejor de la poesía de estas latitudes: Castilla, Yupanqui, Tejada Gómez, Lima Quintana, Violeta Parra, María Elena Wash, Jara, J L Ortiz, César Vallejo, Ramón Ayala, Zitarrosa, Manzi, los poetas del rock, y muchos, o bien todos los grandes poetas.
Cursando el secundario integro un taller literario llamado Mamaquilla.
De adolescente un proyecto de UNESCO, que en Argentina llevó a cabo Pagina 12, me permitió el acceso a las grandes letras latinoamericanas, el proyecto se llamaba Los Periolibros, libros en formato de diario que se entregaban periódicamente con Página 12 me permitieron la lectura de Vallejo, Paz, Amado, Martí, Scorza, Fuentes, Monterroso, Roa Bastos y a otros imprescindibles.
-¿Qué escritor lo llevó a determinar su destino como poeta?
-Son muchos los escritores que amo. Pero en mi vida hay una actividad que me signa. De adolescente participé en el taller Mamaquilla en mi pueblo, y esto es hablar de la Poeta Lucía Carmona y su generosidad quien coordinaba la actividad creativa en su casa paterna (una casa de techos altos prácticamente a los pies de una montaña, con muchos rosales y muchos libros), el taller editaba una revista que se cristalizó posteriormente en un libro, esta experiencia es trascendente casi fundante en el deseo de la escritura como una herramienta para expandir los límites del mundo a partir de las palabras y los juegos con el lenguaje, la posibilidad de metaforizar para hacer que el mundo sea más bello o bien para denunciar los horrores.
-Usted es un hombre de ciencia y un apasionado por la danza y la filosofía. ¿Esos aspectos aparecen en su obra o elige separar los tantos?
-El haber tenido el privilegio de acceder a una formación en ciencia posibilitó el entendimiento de sus mecanismos y poder vislumbrar que no está alejada de la poesía como suele suponerse. La Ciencia es una construcción discursiva de saberes estructurados y colaborativos que fue erigiéndose a partir de la creatividad de los hombres de ciencia y su mirada aguda en algún fenómeno que los atrapa como lo hacen los narradores con las pasiones humanas o los poetas con el envés de las palabras. El hombre de ciencia y los poetas necesitan algo en común y es mantener el asombro a flor de piel.
Aprender ciencias es aprender a mirar el mundo desde otra perspectiva, en consecuencia es siempre enriquecedor y es ésta es también la posibilidad que nos da la literatura.
-¿Cuáles son los temas que prefiere abordar?
-Hay un conjunto de temas que se hacen presentes en mi escritura ya sea de forma explícita o que se encuentran subyacentes. Es fácil identificar en mis poemas la nostalgia por lo que uno no puede conservar como por ejemplo la infancia, algunos instantes particulares o emociones. Utilizo las palabras para hacer el intento, aunque sé que es inútil, de atraparlos y evitarles la caducidad. En definitiva la poesía es memoria.
-¿Qué cosas de la sociedad actual le molestan?
-De la sociedad actual y de las pasadas lo que más me indigna son las injusticias. Estos días leyendo La Cruel pedagogía del virus de Boaventura de Sousa Santos (libro de circulación libre https://www.clacso.org/la-cruel-pedagogia-del-virus-razones-para-ser-anticapitalistas/ ) este pensador brasileño definía a tres poderes como los generadores de las desgracias e infelicidades a las que estamos sometidos en el mundo actual, estos son el patriarcado, el colonialismo y el capitalismo; actúan omnipresentes, feroces e invisibilizados por estar inoculados en nuestros sentidos comunes.
En definitiva son los poderes contra los que tenemos que batallar quienes intentamos a partir de la Literatura crear sentidos y nos animamos a soñar con sociedades más justas e igualitarias.
-¿Qué lo inspira?
-Pensar esta pregunta me lleva a plantear brevemente que es la inspiración. Seguimos teniendo una idea romántica de la poesía y de los poetas, y la idea común de la inspiración esta justamente asociada a algo como un brote místico, epifánico.
Me viene a la cabeza aquel cuento de Borges, El informe de Brodie, donde en una lejana tribu algún habitante de ella recibía de los dioses una bendición, se paraba en lo alto a recitar a los gritos un par de palabras enigmáticas, si impactaban al resto todos hacían silencio y el inspirado partía al exilio.
Creo que la “inspiración” es esencialmente trabajo de escritura, volver a leer y corregir, volver a leer y volver a corregir hasta saber que ese texto se considera terminado, en ese momento el texto se convierte en pasado.
En la poesía no existen los accidentes.
-¿Tiene algún poema preferido en su producción?
-Hay un racimo de poemas preferidos que se diferencian de la mayoría por distintos motivos, por ejemplo por estar asociados a personas que quiero o a lugares donde tuve experiencias y fui feliz, esta afirmación me recuerda al poema de Tejada Gómez y eso de “uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida” y la escritura muchas veces es una forma de volver, intentar capturar un instante como lo hace el fotógrafo pero de un modo que siempre resultará inútil y es a partir de las palabras. Limitado e inútil pero necesario.
-¿La poesía es en esencia rebeldía?
-La poesía es en esencia rebeldía. La poesía es siempre desplazamiento del lenguaje. Las figuras retoricas permiten crear imágenes imposibles en la realidad, el lenguaje se transforma en un fin en sí mismo potenciando sus posibilidades expresivas.
La poesía es en esencia rebeldía, por mestiza y esta categoría le permite ser el catalizador del acto estético para atravesar todos los terrenos artísticos y ser así el inicio de nueva poesía, en definitiva la poesía es el principio y el fin que nos transforma en humanos. Hablo de poesía mestiza rebelándose contra la pureza.
La pureza hace a las cosas estáticas, las vuelve solo aptas para altares por incontaminadas. La poesía es mestiza y díscola, se revuelca en el barro y en el cielo de la subjetividad para germinarse y ser así pulsión de vida.
-¿Está preparando algún proyecto nuevo?
-Estoy en algunos proyectos vinculados a mi escritura y a la de gente que quiero y admiro. Con FALTAENVIDO EDITORIAL se encuentra en proceso un trabajo de poemas inéditos que pronto, eso espero, maduren y queden impresos en las páginas de mi segundo libro.
-¿Es difícil la tarea de poeta en estos tiempos?
-Más que tarea es una forma de vida que implica estar con los radares de los sentidos y la sensibilidad totalmente activos y dispuestos para hacer de lo cotidiano o de lo singular un concierto de melodías y sentidos.
-¿Por qué el mundo editorial no le da importancia a la poesía?
-Al contrario, creo que el mundo de las editoriales pequeñas o independientes publican principalmente poesía en ediciones de baja cantidad de libros, debido al problema que tienen para la circulación de los mismos.
Las editoriales grandes, que tiene acaparado el mercado, ven al libro como un producto, entonces publican lo que el mercado pide o bien lo que por vía del marketing instalan, de hecho si uno va a las cadenas de librería hay pocos estantes dedicados a la poesía y casi siempre uno tiene que arrodillarse o acostarse para poder ver los pocos títulos que tienen.
Hay fenómenos editoriales que rebaten lo dado por ciento en la pregunta y son algunas poetas por ejemplo la canadiense Rupi Kaur o la española Elvira Sastre que saltaron a la popularidad desde sus redes sociales y se instalaron en un público joven.
Acompañaría esta pregunta con una vuelta de tuerca intentando reflexionar y haciendo foco en la necesidad de construir públicos lectores y en particular de poesía, creo que esa apuesta se dará esencialmente con cambios culturales donde el terreno principal es la escuela. Desde la implementación de políticas públicas de fomento del libro y asumir como un derecho el acceso a la cultura, lo que Michele Petit llama el derecho a la metáfora.
Esto no basta con repartir libros, sino con programas más profundos, primero formado docentes que sean lectores y esto es transversal a cualquier materia o disciplina. Alguien no lector no puede formar un lector. Es imposible transmitir lo que no se ama, y contagiar la costumbre o naturalización de la lectura es un acto de amor.
-¿Qué consejo daría a los nuevos poetas?
-No creo que existan consejos vinculados a la poesía porque esta es siempre huidiza, puede aparecer en el lugar y de la forma más inesperada. En mi experiencia como animador de lectura en el Taller La Curita Manchada (una experiencia fabulosa que tuve el privilegio de transitar junto a muchos adolescentes en una escuela pública de 2013 a 2018) aprendí que en el arte no hay matrices posibles, es decir recetas, sino que uno solo puede contagiar la pasión que siente por determinadas obras de arte y que hay que tener una escucha activa sobre las necesidades y preferencias de los otros, primero para poder escuchar y luego compartir los caminos que por la edad uno ha transitado y a partir de las singularidades del otro facilitarle los accesos a diversos conocimientos para despertar cosquillas internas, contagiar eso mágico que despierta el arte. Me viene a la memoria aquel relato de Eduardo de Galeano de El libro de los abrazos: en el relato de los fueguitos y aquello de arder con tanta pasión que los que se acerquen queden encendidos.
Foto: Zaida Kassab
*Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor
Datos biográficos del autor
Gustavo M Luján nació en Chilecito, La Rioja. Participó del taller literario de la poeta Lucia Carmona y de publicaciones del mismo en su pueblo natal.
Reside en San Miguel de Tucumán desde mediados de la década del 90 participando de diversos colectivos vinculados a la gestión cultural.
Actualmente es miembro del Colectivo Cultural EsCuchara, siendo un participante activo de la organización del FIDEO (Festival Intergaláctico de Escritores Oficial) y de otras actividades del grupo.
Desde 2013 a 2018 coordinó La Curita Manchada, taller de lectoescritura del Centro de Actividades Juveniles de la Esc. Emilio Castelar con el que publicó La Curita Manchada. Leer, pensar, crear y crecer en la escuela (2015) y LAPACHOS (2016).
Fue publicado en diversas antologías, cabe destacar LA JUNTADA, IX Festival internacional de Poesía joven organizado por APOA (2017), Antología Federal de Poesía, Región Noroeste, CFI (2017) y Tucumán Escribe (2020).
Publicó en la primavera de 2018 “Quedarse con la luz” con editorial LAGO (Córdoba)
Tiene poemas y ensayos publicados en revistas y sitios web.
Es ingeniero químico.