El periodista tiene coronavirus y fue hospitalizado por precaución luego de que registrara fiebre alta durante las últimas horas.
El periodista Eduardo Feinmann fue internado en el Sanatorio Otamendi por recomendación de sus médicos luego de registrar fiebre alta durante las últimas horas.
El conductor de radio Rivadavia y A24 informó la semana pasada que contrajo coronavirus. Según relató, luego de sentir algunos de los síntomas del COVID-19 se sometió a un hisopado que arrojó resultado positivo. Inmediatamente dejó de asistir a sus programas, se aisló y cumplió con los protocolos dispuestos por las autoridades sanitarias.
Feinmann, que transita el octavo día de la enfermedad, se encuentra en un estado general de salud bueno, pero los médicos le sugirieron que quedara internado en el Otamendi para seguir de cerca la evolución de su cuadro y evitar futuras complicaciones. Una vez controlada la temperatura volverá a su domicilio.
El último miércoles el periodista había inquietado a sus seguidores al ausentarse primero de Alguien tiene que decirlo, el programa que encabeza en la segunda mañana de Radio Rivadavia, y después de El Noticiero A24, que conduce de 19 a 22 horas, liderando su franja horaria con picos de más de cuatro puntos de rating en su pase con Jonatan Viale. Así que decidió explicar él mismo cuál era la situación que estaba atravesando.
“Quería agradecerles a todos los que me escribieron y se preocuparon por mí. Hoy me levanté con disfonía, cosa que atribuí al cambio de clima… De forma responsable, falté a la radio y a la tele para irme al Hospital de Clínicas y hacerme el hisopado para descartar cualquier duda”, comenzó diciendo Feinmann.
“Por la tarde -continuó- me dieron el resultado confirmándome que es positivo. Quiero aclarar que, hasta después del resultado, no tuve síntomas más que una afonía y una febrícula reciente, posterior a la confirmación del mismo”.
El periodista concluyó su mensaje con una advertencia: “Esto le puede pasar a cualquiera, nadie está exento. Estamos muy expuestos por nuestro trabajo, por eso solamente les digo que mantengamos el distanciamiento social y cuídense”.
El Área Metropolitana pareciera estar transitando el punto más alto de la curva de contagios y los profesionales de los medios no están ajenos a ello. Las medidas de seguridad que se han tomado en todos los medios de comunicación a raíz de la pandemia incluyen cabinas sanitizantes, desinfección de estudios de televisión y rotación de personal para permitir el distanciamiento social, entre otras. Sin embargo, son varios los conductores y periodistas que ya se han contagiado COVID-19.
La primera fue Lizy Tagliani, quien estaba haciendo El precio justo por Telefe. Después se confirmó el positivo de Andy Kusnetzoff, quien conduce Podemos Hablar por el mismo canal. Y este viernes regresó a la pantalla Alejandro Fantino, luego de haber transitado la enfermedad.
Si bien todos se recuperaron favorablemente, el conductor de Fantino a la tarde afirmó que sintió “mucho miedo”, al tiempo que el cuadro de Andy se había agravado a las pocas horas de haber sido internado por una neumonía. El 21 de julio recibió el alta, pero recién este sábado regresaría a su programa de televisión.
El abogado Mauricio D’Alessandro, compañero de Fantino en América, también dio positivo. Su esposa, Mariana Gallegos, se había contagiado en junio, y si bien conviven, evitaron el contagio al cumplir estrictamente todas las medidas sanitarias aconsejadas. Gallegos recibió el alta. Y un mes y medio después D’Alessandro informó que tenía coronavirus.
“Lamentablemente me tocó a mí”, dijo Paulo Vilouta este domingo, al confirmar que había contraído el virus. El periodista, una de las figuras de Intratables, se encontraba aislado desde el jueves cuando Gustavo López -compañero suyo en Radio La Red- había recibido el diagnóstico positivo de su test de COVID-19, aun cuando no había experimentado ningún síntoma.
En tanto, la periodista Cora Debarbieri, integrante del equipo de América pero también panelista de Pampita Ardohain en su magazine Pampita Online, ya se reincorporó a la actividad luego de haber superado la enfermedad.
“Acá, el enemigo es invisible”, había declarado Eduardo Feinmann semanas atrás, cuando analizó de qué manera llevaba adelante su profesión y la cobertura de la pandemia, comparándola con un escenario de guerra. “Junto a mi equipo estamos mostrándole todos los días al público los heridos y los muertos en el mundo generados por este enemigo invisible y silencioso. Es fácil mostrar un ejército, los aviones bombardeando; pero acá, no hay balas”.