En medio de un aumento vertiginoso de los casos de coronavirus en la Argentina, el bioinformático e investigador del Conicet Rodrigo Quiroga advirtió que “los 16.000 fallecidos ya son casi inevitables” y que solo resta “luchar para no llegar a los 32.000 muertos”.

“Hace una semana ya no existe la meseta de casos que se había generado en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Todos los días tenemos 200 o 300 infectados más que el mismo día de la semana anterior. Era esperable que los casos comenzaran a subir si se seguían flexibilizando actividades”, señaló ayer Quiroga en diálogo con El Destape Radio.

Y agregó: “Creo que no se toma conciencia de lo real del problema. Los 16.000 fallecidos ya son casi inevitables, ahora hay que luchar por no llegar a 32.000”.

En ese sentido, aseguró que “la situación es más alarmante en el interior del país”, donde el sistema de salud es más frágil, y destacó que “en Jujuy se está viviendo algo parecido a lo que pasó en Perú y Brasil”, ya que hay gente que “muere en su casa porque no consiguen una cama en hospitales”.

Tras un aumento vertiginoso de contagios, la provincia de Jujuy sufrió el colapso del sistema sanitario. Tal como indicó en declaraciones con Radio Nacional el médico intensivista Miguel Salva, responsable de la filial en Jujuy de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), “hoy se debe que elegir a quién ponerle y a quién no un respirador porque el sistema está saturado”.

Ya no hay meseta

Según el último informe del Comité Operativo de Emergencia de Jujuy, en las últimas 24 horas se reportó un nuevo récord de infectados diarios (327) y el número total de casos ascendió a 8.239.

Por su parte, Perú se posiciona en el primer puesto del ranking global de mortalidad por coronavirus, con 86 fallecidos cada 100.000 habitantes. Principalmente, la dramática situación se debe a su precario sistema de salud.

En tanto, Brasil alcanzó las 121.381 víctimas fatales por Covid-19 y, con 3.908.272 de infectados, representa el 29% de los casos del territorio americano.

Por otro lado, propuso definir un “techo de fallecidos”. Una vez que se alcance ese límite, el Gobierno nacional debería “cerrar todo” y comenzar a trabajar fuertemente para revertir el aumento de contagios.

Además, apuntó contra “un sector de la población que está en contra de que se impongan mayores restricciones”. “La percepción de riesgo es muy baja y va en contraposición con el riesgo real que está más alto que nunca”, añadió.

Por último, afirmó que las medidas que se tomaron en la Argentina respecto de la pandemia fueron “buenas, tempranas y exitosas”. Sin embargo, el problema fue que “se pudieron bajar los contagios en todo el país, menos en el AMBA, donde empezó a multiplicarse el virus”.

 

fuente: clarin

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