A partir del 1 de octubre los precios de los combustibles subirían hasta un 3,3%, producto de la aplicación de una carga impositiva, mientras que los empresarios vinculados a las empresas alimenticias reclaman aumentos del 25%, aunque la Secretaría de Comercio sólo autorizaría un 3% en el segmento de Precios Máximos.
La confederación que nuclea a los comercializadores de combustibles, indicaron a este medio que el aumento que tomará forma el próximo jueves reflejará el impacto del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). “Esto se traducirá en una suba del 3,3 por ciento para las naftas y alrededor del 2,3 por ciento en el caso del gasoil. Ese es el cambio que llegará al público”, comentó Guillermo Lego, gerente general de la entidad.
El 19 de septiembre se registró un aumento promedio del 3,5% y en agosto otro del 4,5%, con lo que se acumularía un 11,7% en lo que va del año, pero estarían previstos otros de similar magnitud para noviembre y diciembre.
“Es un ajuste que viene de la cuestión impositiva. Por supuesto que, según las petroleras, todavía faltan varios aumentos para alcanzar el punto de equilibrio. La pauta varía de acuerdo con la compañía. Algunas sostienen que los valores están hasta 5 puntos por debajo de lo que deberían. Otras petroleras argumentan que los combustibles están atrasados 10 puntos”, sostuvo Lego.
“El sector del expendio estima que habrá al menos un aumento por mes de aquí a diciembre, según también lo que dieron a entender las petroleras. El cambio en las pautas de acceso al dólar complicó a varias compañías, que tienen que refinanciar deuda. En ese sentido, aplicar aumentos les permitiría hacerse con fondos frescos para atravesar de mejor manera este momento”, añadió.
Según Lego, la suba del jueves sólo podría no tener lugar “si el Gobierno establece algún cambio de último momento”.
En cuanto a los alimentos desde la cámaras supermercadistas CAS, Fasa, Cadam y la Confederación General Almacenera coinciden en que han recibido listas nuevas con estas variaciones: aceites 7% y derivados 15%; harina 5%; fiambres 15%; vinos 12%, cervezas 15%, lácteos 5%, especies 8%.
En las góndolas de supermercados es notable la escasez de productos alimenticios de Precios Máximos y los aumentos en el resto de los comestibles no regulados.
Fuente: El Liberal