Aunque el medicamento ya cuenta con una aprobación parcial de la FDA de Estados Unidos, la nueva investigación demostró su eficacia para pacientes en distintas etapas de la enfermedad.
Un informe publicado el 8 de octubre en la revista New England Journal of Medicine confirmó los beneficios del remdesivir para tratar a las personas hospitalizadas por COVID-19.
El remdesivir, un medicamento antiviral, ya tiene la autorización de uso de emergencia (EUA) de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) como tratamiento para cualquier persona hospitalizada por COVID-19. Esa autorización significa que los médicos pueden recetar el medicamento por vía intravenosa a las personas que están infectadas con SARS-CoV-2 y han sido hospitalizadas.
Si bien la droga se autorizó inicialmente solo para aquellos que necesitaban oxígeno suplementario o ventiladores para respirar, la ampliación de la autorización a fines de agosto reflejó la creciente creencia entre los médicos de que tratar a personas con cuadros no tan graves traía aún más beneficios. Por ese motivo, ahora incluye a personas con evidencia de infecciones respiratorias pero que aún no necesitan oxígeno suplementario o ayuda de un ventilador.
Remdesivir actúa bloqueando la capacidad del virus para hacer más copias de sí mismo, y en los ensayos ha demostrado ayudar tanto a pacientes con COVID-19 en etapa temprana como a aquellos con síntomas más avanzados.
En el último informe, los investigadores dirigidos por un equipo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) proporcionan los datos finales de un estudio que publicaron por primera vez en mayo.
La investigación, que incluyó a 1.062 personas que fueron asignadas al azar para recibir remdesivir intravenoso o un placebo durante un máximo de 10 días mientras estaban en el hospital, le ofreció a los investigadores datos más detallados sobre cómo el fármaco afectó las métricas, incluido el tiempo que las personas debían recibir oxígeno suplementario o utilizar respiradores.
Todos los participantes mostraron evidencia de infección respiratoria, principalmente neumonía, y se consideró que el 85% tenía una enfermedad grave, lo que significaba que tenían al menos uno de tres síntomas: sus niveles de oxígeno en sangre estaban por debajo del 94%; requerían oxígeno suplementario; o necesitaban un ventilador para respirar.
Entre todos los participantes, tanto con COVID-19 grave como con síntomas más leves, los que recibieron remdesivir pudieron ser dados de alta del hospital en promedio cinco días antes que los que recibieron placebo.
“Estos datos refuerzan el valor del remdesivir en pacientes hospitalizados”, dijo el médico John Beigel, director asociado de investigación clínica en la división de microbiología y enfermedades infecciosas del NIAID, citado por el Times.
Si bien el estudio preliminar proporcionó datos de mortalidad después de 15 días, el estudio completo siguió a los participantes del estudio durante 28 días y encontró que entre los que recibieron remdesivir el 11% falleció en comparación con el 15% entre el grupo de placebo.
Si bien esa no es una diferencia estadísticamente significativa (el estudio no fue lo suficientemente grande como para incluir un número estadísticamente suficiente de muertes en cada grupo), “sigue siendo una mejora significativa”, dijo Beigel.
Además, señaló que las tasas de mortalidad, junto con otras métricas, incluido el hecho de que las personas que tomaban remdesivir pasaban menos tiempo con oxígeno y menos días en el hospital, respaldan el beneficio general del medicamento.
Según Beigel, el medicamento parece ayudar no solo a las personas que habían tenido síntomas durante más de 10 días, sino también a aquellas personas que habían mostrado síntomas durante menos de 10 días. Eso está llevando a los investigadores a estudiar más específicamente cómo el medicamento afecta a los pacientes que se encuentran en las primeras etapas del COVID-19.
Los ensayos actuales están explorando si el remdesivir puede reducir la progresión del COVID-19 incluso en personas que no están hospitalizadas y, potencialmente, evitar que se enfermen lo suficiente como para necesitar admisión.
“Sabiendo cómo funcionan las infecciones virales respiratorias y cómo funciona este medicamento, tendría sentido”, dijo Beigel. “No hay razón para pensar que no funcionaría para los pacientes externos; pero necesitan hacer los estudios “.
El único desafío por ahora es que el remdesivir es un fármaco intravenoso y la logística de administrar las infusiones intravenosas para las personas que no están hospitalizadas podría limitar su uso. Pero el fabricante del medicamento, Gilead, informó que está probando una versión inhalada del medicamento que sería más fácil de tomar para los pacientes.