Por Fabián Seidán | Para Diario Cuarto Poder. Como el juego del “gran bonete”, parece que nadie se hará cargo de los 11 millones de pesos descontados a 17 mil empleados del Estado por parte de una empresa de cobranza a nombre de una mutual a la que nadie se afilio. Parece un trabalenguas, pero no, es la encrucijada de los pícaros que estafan, aprovechando la “fragilidad” del sistema bancario.
Sorpresa y media
El miércoles de la semana pasada en Tucumán fue noticia la denuncia realizada por dirigentes del gremio docente de ATEP, sobre descuentos indebidos de la cuenta sueldo de empleados estatales en el Banco Macro, realizados por una empresa de cobros (ASTROS SAS) a pedido de una mutual (Orgullo Regional Tucumano) a la cual ninguno de los damnificados está afiliado.
La estafa fue tal (se contabilizan 17 mil damnificados por un monto total de 11 millones de pesos) que debieron intervenir la Ministra de Gobierno y Justicia de la Provincia, Carolina Vargas Aignasse y el Defensor Del Pueblo, Fernando Juri Debo; para tratar de poner blanco sobre negro en el caso e individualizar a los responsables para que devuelvan todo lo descontado.
Responsables y responsabilidades
Los responsables no aparecen y sólo el dueño de la empresa que hizo la cobranza: ASTROS SAS, Sebastián Fares, dio la cara. No sirvió de mucho, porque lo único que buscó es deslindar su responsabilidad en la estafa y aclarar que lo cobrado por el servicio prestado, él no lo va a devolver. Como tampoco el Banco Macro, pese a que los descuentos a los empleados estatales se hicieron a través del sistema de homebanking de la entidad financiera.
¿Y por qué se afirma que el Banco Macro no devolverá el dinero descontado a los damnificados? Porque así lo reconoció Fares al explicar la cadena de responsabilidades en la maniobra de estafa.
“A nosotros nos contrató la Mutual Orgullo Regional Tucumán, por el servicio de débito para sus afiliados. Hay gente que se queja ya que no es afiliada a esa mutual, pero nosotros no lo podíamos saber. Eso no es problema de nuestra empresa”, comenzó diciendo Fares para rematar: “El Banco Macro no les va a devolver el dinero a ustedes. El que se lo tiene que devolver es la Mutual”.
Sellado y “abrochados”
Fares también explicó cómo trabaja su empresa, remarcó que hay un convenio firmado ante escribanía y que todos los descuentos que realizaron fueron “legales”.
“Nosotros somos una empresa que brindamos un servicio de cobro por débito a todas aquellas empresas, mutuales, o cooperativa que no tengan sistema de cobranza y quieran tener un sistema de débito para poder descontar por los servicios que ofrecen. En este caso, la Mutual Orgullo (Regional) Tucumano firmó un convenio certificado con escribano con ASTROS SA, cuya copia fue presentada en el Banco Macro para que comencemos a descontar un determinado monto a una serie de personas que figuraban en un archivo entregado por la mutual”.
“No va a devolver la plata”
Remarcó que ASTROS SAS, “terceriza” cobros por lo que la empresa no va a devolver la plata cobrada a los estatales, pero -quédense tranquilos- que tampoco va a volver a cobrarles: “Porque yo, como gerente de ASTROS SAS, decidí rescindir el convenio con la mutual”.
“El afiliado que se sintió estafado y decida concurrir al banco, les cuento lo que va a pasar: el Banco Macro les va a mostrar el convenio entre Orgullo (Regional) Tucumano y ASTROS, por lo tanto no le va a devolver el dinero cobrado. El que le tiene que devolver es a la Mutual, ubicada en calle San Lorenzo 552 y 562. Que es la dirección que declaró en el convenio bajo escribanía”.
¿Quién se hace cargo entonces?
¿Ahora bien, la Mutual Orgullo Regional Tucumano de dónde sacó lo datos de los empleados?, ¿Es tan fácil armar una carpeta, entregar un archivo y comenzar a descontar fondos a clientes de una entidad bancaria a diestra y siniestra? ¿El Banco Macro actuó con negligencia?
Hay una Ley (25.326) que tiene por objeto la protección de los datos personales asentados en archivos, registros, bancos de datos, u otros medios técnicos de tratamiento de datos, sean éstos públicos o privados, para garantizar el derecho a la intimidad de las personas, así como también el acceso a la información que sobre las mismas se registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43, párrafo tercero de la Constitución. ¿Entonces cómo pueden filtrarse las cuentas de los empleados para que se le realicen descuentos indebidos por mutuales fantasmas? ¿Cuál es el nivel de protección del Banco Macro? Por lo visto, cualquier persona o empresa, alegando una razón social puede meter mano al CBU de un cliente y sacarle dinero sin moverse siquiera de su silla.
Facilidad para estafar “legalmente”
Los docentes y demás agentes estatales advirtieron que en sus cuentas de homebanking figuraba un descuento no autorizado por 650 pesos de parte de una firma registrada como ASTROS SAS, que les había efectuado un cobro a nombre de una mutual fantasma.
Ni la mutual ni la empresa que hizo los débitos, pueden acreditar un domicilio fehaciente. Las direcciones que ambas dan a conocer son inexistentes: en el caso de la Mutual, que figura como domicilio en calle San Lorenzo 552 y 562, aparecen casas comunes y en la locación 558, casualmente hay una asociación mutual cerrada; mientras que en el caso de ASTROS SAS, figura que opera en la calle Miguel Salas Y Valdez 1250, de San Miguel de Tucumán. En ese domicilio hay un humilde taller de arreglos de calzados.
Aquí hubo o negligencia o connivencia entre tres o cuatro partes intervinientes para que haya estafa: la Mutual, ASTRAS SAS, el Banco Macro y la escribanía. Ninguna se tomó un minuto para analizar si el convenio firmado y sellado para realizar los descuentos a los trabajadores estatales era legal. Ni siquiera si los actores o intervinientes habían declarado un domicilio real. Como vimos, ni la mutual, ni la empresa cobradora tienen alguna oficina habilitada en las locaciones expresadas en el convenio.
No es la primera vez ¿ni la última…?
El pasado 9 de octubre publicamos también una nota sobre “las cinco empresas más canallas del 2020 en Tucumán” y ahí surgió que empleados estatales ya eran víctimas de descuentos indebidos en el Banco Macro. Es que con la boleta de sueldo de septiembre, el secretario General de la ATE, Marcelo Sánchez, denunció un millonario fraude con descuento indebido en el sueldo de los empleados del Estado por parte del Banco Macro. “Es una suma millonaria teniendo en cuenta que estamos hablando de descuentos de entre 200 y 400 pesos que desde hace más de tres meses se les hace a los trabajadores, muchos de ellos que prestan servicios en el interior de la provincia”.
El dirigente gremial explicó que tomaron conocimiento de la situación por la queja de los afiliados quienes observaron descuentos no justificados en las boletas.
Desde el Banco Macro no supieron establecer el origen de tal quita.
Como en el viejo juego del “Gran Bonete” (donde todos mienten y fingen no ser culpable o responsables frente a la acusación de un robo o una pérdida) aquí pasa algo similar: nadie se hace cargo, todos niegan todo y, lo peor, nadie paga nada.