Será el precio en boca de pozo que recomendará en la audiencia de septiembre. Así, espera corregir la suba inicial de abril que fue de 400% y con casos que llegaron a ser más altos.
En el Gobierno hay un principio de acuerdo sobre la suba de las tarifas en el gas. En una reunión de ayer, se habló de un incremento en torno al 300%. Ese es el precio del gas en boca de pozo, que se propondrá en la audiencia pública que se desarrollará el viernes 16 de septiembre. Allí se definirá un “aumento transitorio” para este año, como paso previo a la revisión tarifaria integral, que estará vigente durante 2017.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, formuló una propuesta de recomposición de precios frente al presidente Mauricio Macri. Fue junto al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, a los coordinadores del gabinete económico, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui y al titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
Clarín supo que el incremento que se conversó está en torno al 300%. Se tiene que definir hacia el final de la semana, para ser girado a las provincias, empresas y asociaciones de usuarios antes de la audiencia.
La principal preocupación del Poder Ejecutivo es que no haya facturas con importes por varios miles de pesos, como la que mostró el diputado Sergio Massa, que superaba los $ 8.400 y un alto nivel de consumo. En el Gobierno creen que se trató de casos “muy particulares”, pero quieren estar a salvo de que esas situaciones se reiteren. “Que esté claro que quien consume mucho, pagará más”, fue uno de los conceptos hablado.
El Poder Ejecutivo corregirá la suba del gas inicial aplicada en abril, que era del 400%. Y la bajará a un número cercano al 300%.
“Que todos entiendan bien el aumento. Que sea racional, explicado y previsible. Todo lo contrario a lo que se hizo antes”, conversaron ayer en la Casa Rosada.
“No puede haber errores ni cuestionamientos legales”, les marcó el presidente a Jefatura de Gabinete y el ministerio de Energía, que llevan adelante la propuesta del Gobierno para la audiencia pública.
La propuesta del 300% que hará el Gobierno será para los productores de gas en boca de pozo. Con respecto a la distribución (las empresas que llevan gas a los hogares), el incremento todavía se está definiendo.
En las boletas que llegan a los hogares, el gas en si mismo es casi un 60% del importe. Alrededor de un 21% de lo exhibido en las facturas es lo que va a la distribución (Metrogas, Gas BAN, Camuzzi, Ecogas). El margen de estas compañías todavía se estaba definiendo.
En la audiencia pública de septiembre, el Gobierno buscará dejar definido el precio del gas en boca de pozo, también llamado de “ingreso al sistema”. Pero lo que allí se resuelva solo servirá durante los últimos meses de este año. El objetivo de fondo del Gobierno es tener un número para las audiencias de octubre, donde se hará una revisión tarifaria integral, que estará en vigencia desde 2017.
Allí es donde se concentra la atención de las distribuidoras. Esas firmas consideran el 2016 como un año “pérdido”. Si pueden aplicar algún incremento, será por pocos meses, y de bajo consumo de gas. En cambio, para 2017 esperan poder recomponer sus cajas.
El presidente Macri instruyó a su equipo para eliminar los subsidios estatales a la industria del gas hacia el final de su mandato. Hoy, el Estado nacional subvenciona casi el 85% del costo del gas que consumen los hogares. El objetivo para el primer año de funcionamiento del nuevo esquema es que el Estado se siga haciendo cargo de un 55% de los costos, pero que los particulares y comerciales paguen un 45% de que sale llevarles gas.
Esa proporción de subsidio estatal se iría reduciendo todos los años, hasta llegar al 0% en 2019, Para aplicar una quita gradual, los consumidores tendrían que ir abonando mayores importes todos los años.
Fuente: Clarín