En principio, Dalma, Gianinna, Jana, Diego Junior y Dieguito Fernando (representado por su mamá, Verónica Ojeda) juegan cartas por separado. El impacto de los juicios por paternidad y del reclamo de Rocío Oliva en el proceso. Y el debate acerca de la “marca Maradona”.
Hay una herencia, la futbolística, que es invaluable. Diego Maradona fue sinónimo del placer que ofrece el fútbol, del deporte llevado a nivel artístico, el espejos de cientos de miles de niños que alguna vez patearon una pelota. Y continúa sentado en el trono del último capitán de la selección argentina que alzó la Copa del Mundo.
Hay otra herencia, tangible, material. Y mucho menos poética. Maradona es una marca, un producto, un símbolo que tiene un precio. Y una verdadera máquina de facturar desde su irrupción en el fútbol en 1976 hasta el 25 de noviembre de 2020, el día que dejó de respirar. Por su vida pasaron cuatro apoderados (Jorge Cyterszpiler, Marcos Franchi, Guillermo Coppola y Matías Morla) que administraron lo que cosechó (y también dilapidó) en contratos, publicidad, imagen y demás yerbas.
Tras su muerte, por el momento son 5 sus herederos y beneficiarios: Dalma y Gianinna (fruto del matrimonio del Diez con Claudia Villafañe), Diego junior, Jana y Dieguito Fernando. Según pudo averiguar Infobae, todos jugarán las cartas por separado. Se aguarda una sucesión de largo aliento y mediatizada, básicamente porque existen reclamos de filiación inconclusos que le pondrán suspenso a la sentencia.
Una vez que el juzgado publique los edictos llamando a todos los herederos y acreedores, durante el plazo de 30 días, aquellos que demandan la paternidad del ex enganche albiceleste harán sus planteos y todo indica que el martillo recién bajará una vez confirmados los beneficiarios de la herencia. Uno de los reclamos es público y conocido: el del joven Santiago Lara, oriundo de La Plata. El otro tomó mayor notoriedad en los últimos días: se trata del caso de Magalí Gil. También está la incertidumbre de si pueden llegar demandas desde Cuba. El código autoriza al juez a “retrasar” el proceso durante un tiempo prudencial para que estas personas logren avanzar en sus reclamos y puedan demostrar que también son herederos.
Además, está pendiente el juicio entablado por Rocío Oliva por “compensación por unión convivencial” y tres de Claudia Villafañe. La causa iniciada por “el museo”, los bienes y camisetas que reclamaba Maradona, quedó extinta ante el fallecimiento del astro.
¿De qué consta la herencia de Pelusa? Sus bienes y contratos vigentes a la hora de su muerte son varios y heterogéneos. En territorio argentino, Maradona tiene la mítica propiedad de Segurola y Habana, y además un departamento extra. También cuenta con otra propiedad más moderna en Puerto Madero. Además está la casa de Rocío Oliva y su familia en Bella Vista, adquirida por él y posteriormente cedida a su ex pareja. Tanto la casa en el barrio cerrado Campo de Roca, en Brandsen, como la del Tigre, donde murió, son alquiladas. A eso, por caso, hay que anexarle su colección de relojes; muchos de los cuales fue regalando (era su fetiche para premiar a los futbolistas de sus equipos cuando convertían goles), pero retuvo una gran cantidad, que iba rotando en sus muñecas.
Maradona poseía cuatro automóviles en la Argentina, pero también le quedaron dos muy costosos en Dubai: un Rolls Royce Ghost, valuado en 300.000 euros, y un BMW i8, tasado en 145.000. A ninguno de los dos los llegó a vender antes de la disputa de la Copa Mundial de la FIFA de Rusia 2018, cuando dejó de ser el entrenador del Fujairah FC y abandonó Dubai. Y traerlos al país implicaba una erogación incluso superior a la de los vehículos, porque debía desarmarlos en origen y volverlos a armar en destino.
Desde Emiratos Árabes, de todos modos, Diego había hecho traer todas sus pertenencias en un contenedor. Se conoció el inventario de los bienes, que se encuentran guardados en una baulera en la localidad de Béccar, notariados por escribano público y custodiados.
Allí conviven piezas invaluables, como una carta escrita y firmada por Fidel Castro, la guitarra con la que Andrés Calamaro le compuso su canción, un balón de platino que la FIFA les entregó a las leyendas del fútbol o una plaqueta que la misma entidad le ofrendó en su paso por el Mundial de Rusia 2018. Y también entrarán en el reparto.
En Bielorrusia, donde tuvo una fugaz experiencia como presidente honorario del Dínamo Brest, le regalaron un anillo de brillantes valorado en 300.000 euros, que se transformó en una de las cábalas en su paso por el banco de suplentes de Gimnasia y Esgrima La Plata. También le obsequiaron una camioneta de lujo Overcomer Hunta, con chasis de fibra de vidrio y tanque de combustible de 100 litros, que puede navegar (sí, es anfibia) a razón de 8 kilómetros por hora. Ese activo lo esperaba aún en Brest. Otro detalle clave para sus descendientes: Diego se hizo acreedor del 0.5% de las acciones del equipo y también engrosa su patrimonio.
En esta última etapa de su vida, con Morla como abogado, diversificó los negocios a su nombre en el exterior. Firmó contratos jugosos; por citar tres, con Konami (por el PES), con una marca de indumentaria deportiva y con una marca de relojes de lujo. Además, tiene escuelas de fútbol que llevan su nombre en China, posee inversiones en Cuba (entre ellas, un hotel) y también en Italia, donde el nexo con sus negocios era Stefano Ceci, un fanático que viajó al Caribe para conocerlo, durmió en la puerta de la Clínica La Pradera (donde Diego se trató por sus adicciones) con el sueño de tomarse al menos una foto, y terminó transformándose en una persona vital de su círculo íntimo.
Pero el botín que quedará en el centro de la escena es la “marca Maradona” y sus derivados; por caso, “El 10″, “Maradona”, “Diegol”, “La Mano de Dios”, “Maradona” y “El Diego”, entre otras rúbricas similares. La dueña es la empresa Sattvica SA, presidida por Matías Morla, según confirma el Boletín Oficial. Constituida en 2015, con el abogado como presidente y Maxi Pomargo (mano derecha del ex futbolista en los últimos años), como director suplente. El propio Pelusa cedió la marca “Diego Armando Maradona” en favor de Sattvica en rol de adquiriente.
Por ende, todos los negocios de aquí en adelante con la marca Maradona deben pasar por la empresa. Y, de no sufrir modificaciones sobre el esquema actual, los herederos recibirían el porcentaje de regalías que surjan de los negocios en relación a lo firmado por Diego. ¿Pueden los hijos de Maradona disputar la marca en Tribunales? Sí, pero no la tendrán nada fácil. Dependerá de si los contratos ofrecen algún resquicio para ser objetados. La alternativa: probar que al momento de la firma de los mismos no se encontraba en pleno uso de sus facultades, una apuesta profundamente compleja.
La herencia futbolística de Maradona jamás admitirá discusión. La herencia material, la que no es perenne, ya está en disputa.