Se tratan de propiedades que el empresario K habría adquirido de manera ilegal durante el gobierno de su amiga Cristina. Están en Santa Cruz y tienen pista de aterrizaje para aviones.
El millonario imperio de Lázaro Báez se derrumba mientras él continúa preso por lavado de dinero. Varias de sus 147 propiedades adquiridas en la inmensidad del suelo santacruceño durante el kirchnerismo, fueron embargadas preventivamente. Sus estancias fueron siempre su predilección y entre las más de 600.000 hectáreas que compró hay tres campos emblemáticos: Cruz Aike, La Julia y Río Bote donde la Justicia encontró los espacios que según declaró el “valijero” Leonardo Fariña, se usaron como “bóvedas”.
Estas tres propiedades cambiarán su destino: el ministerio de Seguridad las pidió en comodato y el plan inicial es convertirlas en cuarteles. Además, solicitó uno de los aviones privados del empresario K y vehículos cuatro por cuatro. Paralelamente, un conjunto de cabañas en la localidad de 28 de Noviembre serían otorgadas bajo la misma figura, a la Municipalidad.
Báez fue el empresario más poderoso de Santa Cruz y supo amasar una fortuna de US$ 140 millones sólo en propiedades, mientras ganaba contratos por $ 21.600 millones del Gobierno nacional para obras viales. Sus propiedades -más de 300- se extendieron por todo el país: Río Negro, Chaco, Salta, Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires, Tierra del Fuego, Chubut, Córdoba. Preso por lavado de dinero hace cuatro meses y con un embargo de $ 900 millones, Lázaro Báez observa desde el Penal de Ezeiza cómo la Justicia avanza sobre sus bienes.
Conectadas entre sí por caminos de servidumbre, las estancias Cruz Aike y La Julia tienen según los planos, una estructura similar que incluye entrepisos, paredes dobles y espacios que según denunció Leonardo Fariña, se usaban como bóvedas. Junto a Río Bote fueron parte de la primera compra compulsiva de campos que hizo el empresario K por US$ 23.700.000.
Fuente: Clarín