Tras la autorización para subir en marzo 3,5%, el sector de medicina privada sigue negociando con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, una fórmula de actualización automática. Sería por el RIPTE.
El aumento de 3,5% que finalmente consiguieron aplicar en marzo a sus afiliados las empresas de medicina prepaga fue un paliativo, aseguran en el sector. Un atenuante que se suma a la extensión hasta marzo de beneficios para las clínicas y sanatorios, como la rebaja del 95% en las contribuciones patronales y la ayuda del programa Repro para que puedan pagar los sueldos durante el verano. Pero con un rezago del 50% producto del alza de costos, la industria sigue insistiendo en que lo otorgado no es suficiente y van por más.
Negociaciones intensas
Las negociaciones entre los directivos de la Unión Argentina de Entidades de Salud del Sector Privado (UAS), cuyo presidente es Claudio Belocopitt, y el Gobierno han sido intensas desde el último episodio de tensión provocado por la autorización y posterior cancelación del aumento del 7% que se había otorgado para aplicar en febrero. Las partes comenzaron a analizar diferentes alternativas y una de las propuestas que acercó la industria es que se consensúe un mecanismo de actualización periódico y automático de las cuotas que siga algún índice como puede ser el Indice de Precios al Consumidor (IPC) o la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Propuesta de las prepagas
Consultada una alta fuente del Gobierno sobre el tema, confirmó que se trata de una propuesta del sector pero indicó que se está estudiando la posibilidad de que haya un ajuste automático en función de la evolución de los salarios. “Que las cuotas se ajusten por el RIPTE es un sendero posible; de todos modos, lo estamos estudiando”, dijo el funcionario.
Trabajadores en relación de dependencia
Se trata de un valor que se define como la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses. Durante 2020, el salario bruto promedio del sector registrado subió de $49.574 que se ubicó en diciembre de 2019 a $66.870 durante el último mes del año pasado, es decir que trepó 34,8%. Mientras tanto, el IPC se incrementó 36%. Vale aclarar que se trata del sector que se vio menos afectado por la pandemia, que atacó mucho más fuertemente al sector informal y a los trabajadores independientes en cuanto a la pérdida de poder adquisitivo.
Recuperar el valor del salario
Para este año, el objetivo del Gobierno -y de hecho convocará a gremios y a empresarios la semana próxima para comenzar a delinear las pautas de precios y salarios 2021- es que la inflación se ubique en torno al 29% y que los salarios recuperen poder de compra con un aumento nominal 3 o 4 puntos por encima del IPC. Si ése fuera el escenario, un mecanismo de actualización de las cuotas de la medicina prepaga por RIPTE ayudaría más a las empresas, pero si no logran calmarse las expectativas y la suba de precios se acelera, no funcionaría.
fuente: infobae