En el Día de los Enamorados hacemos un recorrido por aquellas parejas que nos hicieron suspirar, sufrir y amar desde la pantalla grande.
Francesca y Robert, Los Puentes de Madison
¿Quién no lloró con la escena final de esta película dirigida y actuada por Clint Eastwood? Imposible que no se salieran unas lágrimas de incluso el más frío espectador. Francesca (Meryl Streep), una mujer de mediana edad que se queda sola en su casa por unos días cuando sus hijos y su esposo se van de viaje, encuentra durante este lapso en soledad al amor de su vida. El fotógrafo Robert (Eastwood) llega para retratar los Puentes de Madison, y allí comienza la historia de amor entre estos dos. Un romance fugaz (que podría haber sido duradero si Francesca pateaba el tablero) hizo que esta pareja fuera una de las más recordadas de la historia del cine.
Anna y William, Un lugar llamado Notting Hill
“Solo soy una chica parada frente a un chico pidiéndole que la ame”. Esta frase que inmortalizó Anna (Julia Roberts) en la película Un lugar llamado Notting Hill fue una de las claves para que esta pareja se convirtiera en un éxito. William (Hugh Grant) era el dueño de una librería en el barrio londinense Notting Hill. Su vida monótona se modifica de un día para el otro cuando una actriz de Hollywood se acerca a su negocio. Así se conocen Anna y William. Y se disfrutan. Y sufren el duelo de la separación para finalmente contarnos una historia de amor. Un clásico romántico que ya forma parte de nuestros favoritos.
Kathleen y Joe, Tienes un e-mail
Aunque resulta un poco fuera de época conocerse vía correo electrónico, en el año de su estreno esta película fue toda una novedad. Era 1998 y todavía no sabíamos que en un futuro cercano íbamos a vivir la falta de privacidad y la explosión de las redes sociales. Kathleen (Meg Ryan) era la dueña de una pequeña librería: llevaba adelante el local con muchas deudas encima. Su pesadilla comienza cuando un magnate de los negocios, Joe (Tom Hanks) instala a pocos metros una súper librería que lleva a Kathleen definitivamente a la bancarrota. Mientras tanto, estos enemigos comienzan a “conocerse y hablar” por mail. Así, un amor que surge con enfrentamiento y odio termina siendo la historia más pura, con Nueva York de fondo. Un amor tierno, dulce e inocente que nos regaló uno de los mejores trabajos de este dúo de actores.
Ennis y Jack, Secreto en la montaña
Dos vaqueros que se enamoran perdidamente pero no pueden vivir su amor con plenitud. Cuando Ennis del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist (Jake Gyllenhaal) se conocen, no se enamoran inmediatamente: lo hacen de a poco y sin prisa. Una historia de amor que vino a romper prejuicios y preconceptos nefastos sobre la homesexualidad y el mandato de “cómo debería ser un hombre”. Fueron una pareja de cine apasionada, con un amor sincero y auténtico que, a pesar de estar enmarcada en un drama, nos supo transmitir la química entre estos dos hombres que sólo querían ser felices y amarse infinitamente.
Molly y Sam, Ghost, la sombra del amor
Drama de aquellos. La historia de Sam (Patrick Swayze) y Molly (Demi Moore) allá por inicio de los años 90 fue todo un suceso. Ghost contó una historia de amor verdadera y se convirtió en el drama más aplaudido. La pareja que se acababa de mudar sufre un asalto en plena calle y Sam es asesinado. Molly, devastada, intenta salir de la tristeza de la pérdida pero su amado se comunica a través de una médium (una inolvidable Woopie Goldberg) antes de partir a su descanso eterno. La escena de los dos previa a la muerte de Sam, haciendo cerámica, es una de las más eróticas que vimos en la pantalla grande. Porque el amor nunca muere.
Holly y Gerry, Posdata: te amo
Preparen los pañuelos para ver esta película. Holly (Hilary Swank) y Gerry (Gerard Butler) son la pareja ideal. Pero la tragedia llega cuando al bueno de Gerry le diagnostican un tumor cerebral, y muere. Pero es otra historia de amor al estilo Ghost, en que el verdadero lazo que une a esta pareja comienza después de la muerte. Gerry se encargó de dejarle cartas a Holly, en las que indica cómo seguir sin él. Una pareja que estuvo unida por poco tiempo ante nuestros ojos, pero que vivió el amor como pocas. Lacrimógena y bella, Holly y Gerry nos enseñaron también acerca del amor.
Noah y Allie, Diario de una pasión
Drama ambientado en distintas temporalidades que contiene uno de los mejores besos de la historia del cine. Allie (Rachel McAdams) es una chica de la aristocracia que se enamora del chico de pocos recursos, Noah (Ryan Gosling). Lo más interesante de esta película es que desde el inicio sabemos que ellos terminarán juntos, ya que los vemos a ambos en un geriátrico en el que Noah le lee a su amada Allie un diario íntimo. Pero esto no implica que no suframos con ellos todas las trabas por las que pasan para ser felices. Una de las grandes películas románticas que no podemos dejar de ver cada vez que la pasan por la tele.
Jack y Rose: Titanic
La historia de amor recreada en la tragedia del Titanic es una de las claves de esta versión de James Cameron. Jack (Leo DiCaprio) llega al transatlántico luego de haber ganado una partida de póker. No tiene un centavo y es un bohemio aventurero. Por su parte, Rose (Kate Winslet) es una chica de clase alta que debe casarse con un millonario para que, con su madre, pueda sobrevivir a las deudas que dejó su padre. Pero los planes se ven modificados, y Rose y Jack viven una historia de amor apasionada, libre y romántica, que termina en la peor de las tragedias. Siempre nos preguntaremos si Jack no entraba en la madera a la deriva con Rose…
Celine y Jesse, Antes del amanecer, Antes del anochecer, Antes de la medianoche
Julie Delpy es Celine y Ethan Hawke, Jesse, en esta trilogía perfecta dirigida por Richard Linklater. El amor que comienza en el primer film sigue adelante hasta la última entrega cuando la pareja vive los conflictos de cualquier matrimonio. Una historia romántica hermosa que recorre desde los años de juventud de ambos hasta su mediana edad. Bello retrato de todas las etapas del amor.
Harry y Sally: Cuando Harry conoció a Sally
Los años 80 fueron copados por las comedias. Una de ellas fue Cuando Harry conoció a Sally, la película que reunió a Meg Ryan y Billy Cristal. El amor entre ellos tiene una y mil vueltas. Que sí, que no. Pero finalmente en una cena de fin de año logran apostar a su amor y se convierten en una de las parejas más queridas del cine. Escena inolvidable: el orgasmo actuado y fingido que Sally interpreta en un restaurante frente a Harry.
Carol y Therese, Carol
Cate Blanchett es Carol, una señora de unos 40 años que durante una visita a una tienda de juguetes siente una atracción por Therese (Rooney Mara). Ambas comenzarán una amistad que de a poco se irá convirtiendo en una hermosa historia de amor. En una época llena de prejuicios, estas dos mujeres se animan a amarse más allá de la discriminación y la censura social en una especie de mundo oculto y paralelo.
Satine y Christian, Moulin Rouge
Nicole Kidman desplegó todos sus encantos en este musical de Baz Luhrmann de 2001. Su personaje, Satine, era una cantante y bailarina del Moulin Rouge de París. Solo aspira a triunfar en los grandes teatros y ser reconocida por su talento. Pero en el camino se le cruza Christian (Ewan McGregor), un aspirante a escritor que muere de amor por esta mujer apenas la ve. El romance prohibido que viven, en el contexto de las canciones y los colores de este cabaret, hace de esta pareja una de las más románticas de todos los tiempos. Y aunque la tragedia toca la puerta demasiado pronto, el amor de ellos parece ser eterno.
Vivian y Edward, Mujer bonita
Podríamos asegurar que Julia Roberts le debe su carrera a Vivian, el personaje que interpretó en Mujer Bonita. Una prostituta de las calles de Los Ángeles que se sube al auto de un hombre millonario de negocios, Edward (Richard Gere). El encanto de Vivan, su sonrisa y su risa contagiosa, desestructuran al serio y misterioso Edward, y la historia de amor entre ellos inunda la pantalla. Una especie de Cenicienta moderna con un final inolvidable.