Voces solidarias | La repentina muerte de la escritora Susana Gianfrancisco despertó expresiones emotivas de colegas que, como Marcos o Marx Bauzá, las hicieron públicas en las redes sociales y los grupos que nuclean a los escritores.
No fuimos amigos, aunque tuvimos muchos en común. Compartimos, eso sí, un profundo amor por María Belén Aguirre, poeta generosa que abrió puertas y ventanas para que entrase aire fresco en la casa. Susana Gianfrancisco era su nombre.
Como a miles de personas, un virus le arrebató sus últimos días. Como otros de nosotros, compartió 8 poemas para un almanaque ruso que no llega y no llegará. A esta altura, de lo único que hay certezas es de la muerte.
De todas formas, su gesto me permitió rescatar 6 de esas pequeñas piezas para compartirlas cariñosamente con todas y todos ustedes. Defensora de los derechos de las mujeres y amante de los textos breves debió partir.
Quizás fue a Moscú a reclamar por esta cruel demora. No lo sé. ¿Muere quién escribe? Somos memoria y olvidos. Con cada palabra y cada coma acaricia el pelo de sus amigos y lectores, como si fuera viento, cual haiku.
Marcos Bauzá
Búsqueda
Desperté cansada
te busqué toda la noche,
escalé
por el aire denso
y no te encontré.
Un sueño inútil.
Susana Gianfrancisco
Resurrección
Cada beso
cada caricia de otro
fueron martillo
para pulverizarte,
cada sonrisa
viento que te dispersó.
Pero de pronto,
tus huesos se
estructuran y
te encarnas en ellos.
Ahora
eres presencia ávida
que duele
nuevamente.
Susana Gianfrancisco
Aún podemos ser
cosas que aún podemos ser
saciarnos en la tierna sabiduría
o en el delirio de la arena ardiente
luz en las horas inciertas
sostén cuando todo parece perdido
una caricia en la mejilla
un deseo irrefrenable de tenernos
unirnos en vibración universal
secarnos las lágrimas del placer
eso y más
pueden llenar
nuestras páginas en blanco
Susana Gianfrancisco
Fui tu cuenco
Fui tu cuenco.
Estiré mi piel para contenerte todo,
recogí en mi boca
cada suspiro de la tuya,
cada gota de tu cuerpo,
cada caricia hecha.
Cuando te derramaste en mí
te recibí gozosa,
te multiplicaste en cada gota
con la que me tocaste.
Recorriste mi cuerpo como río,
yo me sentí tu cauce.
Te desparramaste en frutos
que yo coseché con mis manos.
Fui tu cuenco,
te recibí todo.
Susana Gianfrancisco
Vuelo (Haiku)
Nido vacío
expresa el don sagrado
de la libertad.
Susana Gianfrancisco
Aromas
Me gusta tu olor,
ese aroma especial
de tu cuerpo húmedo.
Esa fragancia,
que unida a la mía,
forma una esencia vital,
tan nuestra
e inconfundible.
Susana Gianfrancisco