Por Manuel Rivas* Director de Diario Cuarto Poder / Cuando caiga en la tentación de repetir aquella frase: “la juventud está perdida”, no pierda el tiempo y lea lo que piensan y escriben escritores jóvenes como Agustín Grechi, con quien mantuvimos la siguiente entrevista.
—¿Cuál fue tu primer contacto con la literatura?
— El primer contacto que tuve con la literatura fue a la edad de los 4 años. Mis padres me regalaron un libro de María Elena Walsh, se llamaba “El perro salchicha”, más adelante el primer libro que leí con plena consciencia fue “El libro de la selva” de Rudyard Kipling junto a las historietas del Corto Maltes de Hugo Pratt.
—¿Cuándo comenzaste a escribir?
— Comencé a escribir a los 11 años. Recuerdo un verano en mi casa y había empezado a leer una antología poética de Paul Celan recomendada por mi padre. Me sorprendió la capacidad del escritor de cómo llevaba el uso de las comas y las palabras; me propuse escribir un poco por el aburrimiento en ese año, entre el calor y no hacer nada. El hecho de escribir me parecía la mejor opción, esos fueron mis primeros pasos. Luego me interesé más en la poesía, y robaba libros de la biblioteca de mi escuela (donde había un gran material), desde poetas como José Saramago hasta autores de la talla de Cervantes.
—¿Tenés algún modelo literario, un ídolo a seguir?
—La verdad es que no tengo un ídolo o un modelo poético, veo mi escritura como etapas. Pasé por distintas formas de escribir y en cada una de ellas salen a luz las referencias que tuve en el momento que lo escribí, más que nada libros. Un ejemplo serían los libros de Pessoa, Nicanor Parra, el cuervo de Girondo, etc. Nunca me gustó quedarme con una sola manera de decir las cosas, siempre intento buscar algún cambio, me parecería terrible estancarme pensando que ya lo dije todo.
—¿Qué temas son los que te inspiran?
—No diría que me inspira un tema en particular, pero sí intento dar una imagen más realista de la sociedad, creo que allí está mi motor, en entender la sociedad y sus variantes, cosa que la poesía moderna no ha logrado concretar en los jóvenes. No se ha llegado a plasmar una idea de los temas actuales, usar las palabras del momento no significa hacer buena poesía.
—¿Te molesta la expresión: “la juventud está perdida”?
—No me molesta la frase “la juventud está perdida”, es más la entiendo y respeto, es el gran conflicto entre generaciones, es entendible. La generación de mis padres y mis abuelos vivieron en un mundo completamente distinto al que experimento yo, creo que desde las vivencias antiguas las generaciones más ancianas buscan entender a un mundo que lamentablemente les da la espalda, con el paso del tiempo se formulan frases fustigando a los jóvenes. Cosa que espero que no me llegue el momento de criticar a la próxima generación de manera errónea porque allí sabré que el mundo me ha ganado la carrera.
—¿Cómo toma tu entorno tu vocación literaria?
—Nunca tuve un conflicto en mi familia respecto a la vocación que desarrolle por la escritura, siempre me apoyaron y agradezco poder expresarme sin ataduras en un espacio que se hace cada vez más necesario en los jóvenes. Si no es la casa donde uno puede decir lo que quiere, ¿dónde lo sería?
—¿Qué es la poesía para vos?
—Definir la poesía es complejo, creo que existe de manera interna en el lenguaje poético una libertad a la hora de escribir que ningún otro género literario puede obtener. No hay amarre para el escritor de ningún tipo, desde palabras inconexas, hasta versos que ocupen toda una hoja, es para mí, la poesía un abanico de posibilidades, pero es difícil al mismo tiempo hacer poesía porque la libertad que te da el género te exige que sepas de manera exacta lo que quieres decir y cómo decirlo.
—¿Sueñas con publicar? ¿Cómo llamarías a tu libro?
— Publicar es un objetivo que tengo a largo plazo, porque siento que sacar un libro tiene que ser una obra significativa para uno, no es mi sueño publicar libros, si lo seria poder volverme un escritor completo. Además, el nombre que le pondría a mi libro sería “Poesía sin poder”.
—¿Cuál es tu poema favorito?
—No tengo poemas favoritos, pero sí libros o fragmentos de ellos, algunos ejemplos son: “Las hojas de hierba” de Walt Whitman libro fundamental para la poesía moderna, autores argentinos como Juan Gelman tienen una obra fantástica; hay uno en particular que me gusta mucho que es Violines y otras cuestiones, otro libro fascinante por la forma maravillosa de ver a las plantas es el libro de Maurice Maeterlinck “La inteligencia de las flores”.
—¿Podés compartir con los lectores algunas de tus producciones?
—“Mi Franja”
Esto no es Gibraltar
Esto no es Irán
Es mí franja:
Un puente transitado
Un canal
Unos mata suegra para llamar a los ángeles del descampado
Y yo a punto de tirar maldiciones modernas al agua
No sé si se me entiende
En mí franja no se vota en las Talitas
tampoco en la ciudad, somos zona de guerra
De los que piensan
De los que huelen
Somos un complejo donde murieron niños sin justa causa
Le cortaría la lengua al que se atreva a hablar de nuestra franja.
*Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor.
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