Suelen aparecer entre los 17 y 25 años y si hay espacio suficiente en la boca no conlleva problemas y generalmente no se las extrae.
La jefa de la División de Odontología del Siprosa, Susana Blunda, explica cuándo y en qué condiciones se deben quitar los terceros molares. Cómo actuar ante estos casos.
“Las muelas de juicio o terceros molares, se encuentran ubicados al final de la boca. Habitualmente tenemos cuatro muelas de juicio, pero esto puede variar en algunas ocasiones. Hay personas que pueden tener una, dos, tres o ninguna”, comienza diciendo la referente.
Bajo el nombre también de muelas cordales, suelen erupcionar entre los 17 y 25 años. Si hay espacio suficiente en la boca, aparecen sin problemas y generalmente no se las extrae. Sin embargo, cuenta la profesional, en algunos pacientes se presentan inclinadas, con poco espacio para erupcionar y producen molestias. Una parte de la muela erupciona y otra no; esta última queda cubierta por la encía y es cuando se empiezan a producir las primeras infecciones. Se conocen como muelas semi-retenidas.
También pueden estar retenidas de manera horizontal, quedan incluidas dentro del tejido óseo sin poder salir.
Ante este panorama, la odontóloga detalla las situaciones cuando se deben extraer realmente.
“No siempre se sacan las muelas de juicio. Si éstas tienen suficiente espacio, no hay riesgo de infección, erupcionan normalmente y por completo, se puede realizar una correcta higiene; entonces no deben hacerse intervenciones o cirugías, pero sí controlarlas”, recomienda.
Ahora bien, si la muela no puede salir y se retiene parcialmente, tiene probabilidad de provocar dolor, caries, riesgo de infecciones, y por ello, es necesaria la extracción de la pieza.
Hay situaciones donde se las asocia con algunos quistes o tumores odontógenos; para ello, se indica la extracción de las mismas. Estas suelen ocurrir cuando están retenidas, incluidas en el hueso.
Además, se puede indicar la extracción cuando un especialista en ortodoncia requiere espacio, observa que hay interferencia en la mordida y solicita este procedimiento al especialista de cirugía para realizar luego un correcto tratamiento de alineación de las piezas dentarias.
En este contexto, remarca Blunda, es muy importante la visita cada seis meses al odontólogo. Ante alguna urgencia concurrir al profesional que hará el diagnóstico, tratamiento y derivación a un especialista en cirugía bucal.
“La complejidad de la operación depende del grado de retención que tenga la muela de juicio. Si este tercer molar está en boca, es menos compleja su extracción. Ahora cuando están retenidas o semi-retenidas, la complejidad aumenta. Toda extracción tiene un cierto riesgo, porque toda invasión en el tejido puede generar un riesgo de infección. Pero la complejidad de la cirugía de la muela de juicio está basada en el grado de retención que tenga”, advierte.
Por último, recuerda que desde el Siprosa continúan con la atención de urgencias odontológicas. En el hospital Kirchner, a los pacientes que tenían tratamiento de ortodoncia, se los está citando para control y definir cómo seguirán el tratamiento. Lo mismo en el hospital de Niños, para chicos que tenían tratamiento de ortopedia y ortodoncia.