Personal policial de la comisaría de Simoca debió intervenir en un hecho inusual entre vecinos donde, en una pelea, uno le arrancó parte de la oreja a su contrincante, de un mordisco. La causa fue caratulada como “Lesiones graves en riña callejera”. Hubo un aprehendido, que luego fue liberado, y otro hospitalizado.
El hecho se produjo ayer, al mediodía, y un llamado telefónico anónimo alertó a los uniformados para que se presentaran en la intersección de la calle 25 de Mayo y avenida Congreso, de Simoca. Es que allí se estaba produciendo una brutal pelea entre dos sujetos.
Los policías, al llegar al lugar, observaron a una persona en el interior de una carnicería. Dijo llamarse Hugo Andrés Herrera (50 años), quien presentaba lesiones en el brazo derecho y reconoció que minutos antes había peleado con Daniel Moreno (37 años), quien se encontraba sobre la vereda, lesionado y le faltaba una parte de la oreja izquierda.
Moreno al ser consultado dijo que Herrera le había arrancado la oreja de una mordida durante una pelea. El herido se fue solo al Hospital Álvaro Gómez Llueca para hacerse examinar las lesiones. En tanto, los uniformados procedieron a la aprehensión de Herrera.
Desde el Hospital Álvaro Gómez Llueca informaron que Moreno, presentaba una herida cortante en su oreja y que sería trasladado hacia el Hospital Centro de Salud.
Posteriormente, Herrera fue denunciado por el delito contra la propiedad e integridad física en la Fiscalía de Monteros.
Rescataron una parte de la oreja
Un testigo de la pelea se presentó de forma espontanea en la comisaria para entregar en una bolsa de plástico una parte de la oreja de Moreno.
Desde la comisaría acercaron al hospital local la parte del pabellón izquierdo de la oreja para que, mediante cadena de frío, sea remitida al hospital Centro de Salud junto a la victima, para ver si se la pueden restablecer.
El auxiliar fiscal, Cesar Larry, interiorizado de los pormenores del hecho, dispuso que no se adoptan medidas privativas de libertad en contra de Herrera, pero que se le hagan conocer los derechos y se le realicen los exámenes de dosaje alcohólico y toxicológico; y una vez que la víctima sea dado de alta, se le reciba la correspondiente denuncia penal.