Brecha entre la nueva oferta asegurada y la demanda esperada para el pico estacional. El límite del aumento esperado en los precios internos y expectativas sobre el consumo familiar.
El acuerdo con Bolivia para incrementar las entregas de gas en invierno y la licitación de ocho barcos de GNL para el próximo invierno permiten contar con un primer panorama de cómo será la provisión durante los meses más fríos y los costos que deberá afrontar el Gobierno. Con todo, los analistas aseguran que el riesgo de no contar con suficiente energía durante los meses de mayor demanda todavía persiste, sobre todo para la industria.
Situación crítica
“Sería un exceso de optimismo creer que la condiciones críticas del sistema gasífero argentina se evaporaron por este acuerdo. Para todo el sistema gasífero argentino en su conjunto, la situación se dará por un ajuste precio hasta un límite, es decir se deberá hacer frente a un costo extremadamente alto del GNL y hacer una correcta gestión de la demanda si el clima juega en contra”, señaló Luciano Codeseira, director en la Argentina de la consultora Gas Energy Latin America.
La industria se prepara para lo peor
En el caso que no quede otra opción que una restricción en el suministro, que esos cortes se puedan planificar y le permitan a las empresas anticipar paradas de producción o acelerarlas. “Ofrecer alternativas en el caso de que falle el suministro. En otras épocas eso se hacía de forma muy improvisada”, recordó el informante. Con todo, analistas del sector descartaron que la falta de energía pueda impactar en los consumidores residenciales o comerciales.
fuente: infobae