El Gobierno espera una normalización del abastecimiento en las grandes ciudades primero. Este martes termina el acuerdo de precios. Economía rechazará el pedido de un alza del 25%.
El Gobierno espera una “normalización” en el abastecimiento de los combustibles en las próximas horas. Primero será en el Gran Buenos Aires y luego en las grandes ciudades del país. “Es difícil poner una fecha y hora exacta por lo extenso del territorio, pero ya se está empezando a notar la normalización”, admiten en el Ministerio de Economía.
Las empresas están interesadas en qué pasará con los precios desde este miércoles primero de noviembre, dado que finaliza el “pacto de caballeros” sellado en agosto luego de las PASO, cuando acordaron un aumento de precios del 12% y luego un congelamiento por dos meses. “La prioridad hoy está en el abastecimiento en todo el país”, contestan en Economía.
El mayor abastecimiento de los combustibles luego de los faltantes registrados surge a raíz de la llegada de barcos e importación. Según pudo saber Ámbito, ya arribaron cinco en total: dos de nafta y tres de gasoil, producto de la importación que hacen las empresas. Cada barco cuesta entre u$s 27 y u$s 33 millones. Durante los primeros 15 días de noviembre se espera el arribo de otros cinco, lo que completará la previsión de 10 que se acordó la semana pasada entre las refinadoras y la Secretaría de Energía, que encabeza Flavia Royón.
Además, este martes 31 de octubre termina el acuerdo de precios “de palabra” que se hizo entre el Gobierno y las petroleras en agosto, luego de las elecciones primarias. En el medio, las empresas hicieron “micro aumentos” en algunos puntos del país. Por lo que ya existen contactos entre la secretaria de Energía, Flavia Royón, junto a las empresas, para definir el futuro de los precios.
Las compañías reclaman un aumento del 25%. “Es inviable”, aseguran en el Ministerio de Economía. El número de las empresas surge a raíz del diferencial que existe hoy entre los precios minoristas y los mayoristas en los surtidores, donde los mayoristas se encuentran más caros.
De todos modos, hoy la prioridad es el abastecimiento más que los precios, reclaman en Economía. De ante mano rechazarán planteos de subas del 25%, aunque podría haber algún tipo de aceptación de una actualización, debido a que el acuerdo actual viene desde principios de agosto, y desde entonces la inflación fue de dos dígitos mensual.
Aceptar algún tipo de actualización, que no sería mayor a “un dígito” sería un guiño a las empresas que importan a pérdida una parte para abastecer el mercado local. Pero desde el Gobierno no convalidan el pedido del 25% de aumento: aseguran que los costos de las empresas “están en pesos”, y que cuentan con beneficios impositivos para importar y cambiarios para exportar una parte al tipo de cambio CCL, con el llamado “dólar petróleo”.
En el caso de arribar a un acuerdo, no se avanzaría con la prohibición de las exportaciones que reclamó el ministro y candidato Sergio Massa durante el fin de semana en Tucumán. Además, para alcanzar un porcentaje bajo en los incrementos en un contexto de elevada inflación, el Gobierno volverá a posponer la aplicación del impuesto a los combustibles líquidos.
Los acuerdos de precios no se extenderían a más de noviembre. El 19 es el balotaje entre Massa y el candidato de LLA, Javier Milei. Sus propuestas para el sector son bien distintas: Massa plantea que tiene que existir un diferencial de precios entre el mercado local y el de exportación, debido a la incidencia que tiene el precio de los combustibles en la competitividad de la economía, por la estructura del transporte.
Mientras que del lado de Milei, consideran que tiene que existir igualdad entre los precios de exportación y los locales. En la actualidad, el “barril criollo” al que acceden las refinerías se paga a u$s 56, que es el que luego se utiliza para fijar el precio del litro de nafta, mientras que internacionalmente se paga a casi u$s 90, debido a un alza en los precios globales por el conflicto en Medio Oriente.