El jurado popular compuesto por seis hombres y seis mujeres decidió absolver por unanimidad al carnicero Daniel Oyarzún, juzgado por matar a un ladrón en Zárate en el 2016 luego de haber sido asaltado en su carnicería.
La fiscalía había solicitado que sea condenado por exceso en la legítima defensa, la querella había pedido el homicidio simple, y la defensa solicitó su absolución.
Después de tres audiencias y los alegatos finales, el jurado interpretó que hubo legítima defensa y que el carnicero no tuvo intención de matar al delincuente.
“Estoy contento porque se hizo justicia. Yo sabía que era inocente. Nunca dudé del resultado del veredicto”, dijo apenas culminó el juicio.
“Mi vida sigue criando a mi hija y laburando. Poder trabajar para tener mi carnicería, que es el sueño que tengo”, indicó el carnicero, al tiempo que resaltó que le queda una “gran tristeza” luego del hecho que protagonizó. “Voy a laburar para tener lo mío, lo que he perdido”, agregó.
Exactamente a las 16.40, cuando la tensión dentro de la sala se hacía insostenible para todos los presentes, el presidente del jurado le comunicó a la jueza que habían llegado a la conclusión de que Oyarzún era “no culpable” y por lo tanto quedaba en libertad.
Apenas conocida la sentencia, el carnicero rompió en llanto y se abrazó con su abogado y sus familiares más cercanos. Minutos después salió a la puerta de los tribunales de Campana para encontrarse con el resto de su familia y sus amigos, quienes estuvieron en la puerta desde las 9 de la mañana.
Entre festejos y gritos de aliento se abrazó con su madre, su padre y sus hermanos. “Le digo gracias a toda la gente que me apoyó. A todos. Cuando escuché el veredicto lo primero que pensé es que iba a poder seguir criando a mi hija cómo lo venía haciendo, con la frente en alto”, dijo en la puerta de los tribunales
Mientras todo esto sucedía en la parte delantera del edificio, por el
sector trasero, llegó una ambulancia para asistir a la mamá de Brian
González, el ladrón que mató el carnicero, que se desmayó luego de haber escuchado el fallo. Una vez que se retiró la ambulancia, el resto de los familiares del fallecido salieron con gestos de dolor y angustia.
Más allá de las valoraciones que el jurado pudo haber hecho de las
pruebas exhibidas durante el juicio, es evidente que talló hondo el
alegato del doctor Ricardo Izquierdo, defensor de Oyarzún. Durante
su última alocución el letrado apeló a la sensibilidad y empatía del
tribunal de 12 personas. “Ustedes van a decidir sobre la vida de
Oyarzún, un trabajador como ustedes, un vecino como ustedes. El
es uno de ustedes”, les dijo, mientras los miraba.
Además, se centró en dejar en claro que la vida de su cliente
correría riesgo si iba a la cárcel. Incluso denunció un plan criminal
que se estaba gestando para asesinar al carnicero si iba preso.
Izquierdo también señaló que estaba siendo organizado por Marcos Alteño,
el otro delincuente que sobrevivió y fue condenado a 6
años y 8 meses de prisión.
“Fue a defender sus bienes. Él sabía en todo momento qué hacía. Lo dijo la psicóloga. Estaba yendo a recuperar su plata”, explicó el abogado defensor al finalizar el juicio, que se llevó a cabo dos años después del robo a la carnicería.
Los cuatro días que duró el juicio se vivieron con suma tensión
tanto adentro de la sala como afuera. Las palabras de
Oyarzún en la primera audiencia, donde dijo que todos los ladrones debían ser metidos en una bolsa y ser tirados, alguna discusión entre el
acusado y el fiscal en la audiencia de ayer, y el llanto de los
familiares de ambos lados, contribuyeron a generar un clima que
tuvo su punto culmine en los segundos previos a la lectura de la
sentencia.
El hecho que se juzgó ocurrió el 13 de septiembre de 2016, cuando dos personas ingresaron a la carnicería de para robarle y, tras disparar varias veces dentro del local, se llevaron 5 mil pesos.
Según la investigación, Oyarzún salió a perseguir a los ladrones con su auto y en la huida los dos delincuentes se cayeron de la moto en la que se escapaban. Fue en ese momento que el carnicero alcanzó a uno de ellos, lo atropelló, lo aplastó contra un poste y lo hirió de gravedad. Horas después, el delincuente falleció.