Tras casi cuatro horas de discusiones, los jefes de los bloques avanzaron en un entendimiento político para que el Congreso vuelva a discutir leyes y DNU. Habrá cambios al reglamento y sesiones con legisladores presentes en el recinto y otros en sus hogares.
Tras más de un mes sin reuniones presenciales entre oficialismo y oposición por el COVID 19, los jefes de todos los bloques de diputados nacionales mantuvieron una larga e intensa discusión en el Salón Delia Parodi en busca de un amplio acuerdo político. Arrancaron a las 18.30 y pasadas las 22 recién comenzaban a acercar posiciones. “Finalmente hoy (por ayer) apareció lo mejor de su dirigencia política” anunció Sergio Massa, presidente de la Cámara baja cuando terminó el encuentro. En Juntos por el Cambio avisaron que había un principio de acuerdo que permitirá que la próxima semana haya una sesión mixta de la que participen en forma presencial los jefes de los bloques y el resto, lo hagan a la distancia.
Lo que siguen son varias reuniones técnicas que requerirán mantener ese acuerdo político. Este martes la comisión de Modernización elaborará un protocolo y recomendará su aprobación a la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos que preside Mayra Cresto que citará a sus integrantes para el miércoles. La oposición pidió que esas comisiones se reúnan en forma presencial. El oficialismo accedió.
Lo que parecían posiciones irreconciliables no lo fueron. Casi un empate. Aunque lo que suceda en las comisiones será clave.
Consensuaron que el protocolo tenga el acuerdo de todos los bloques y el voto de una mayoría especial de tres cuartas partes de los diputados ‘presentes’ en forma remota. Tendrá fecha de vencimiento a los 30 días de su aprobación con la posibilidad de renovación por otro mes. Se explicarán específicamente las condiciones de excepcionalidad “para evitar los excesos, que la situación extraordinaria no se transforme en un hábito”, admitió Massa sobre las advertencias del resto de los legisladores.
Frente a frente cambiaron los ánimos. Juntos por el Cambio insistió en hacer una sesión exprés presencial e incluso citó para este martes a unos 80 diputados a reunión de interbloque para hacer una demostración de fuerza. Ahora en esa charla terminarán de cerrar lo que se habló en Labor. En viaje hubo un relato épico al que llamaron “Travesía de la Democracia” en las fotos que subió cada legislador. Fue en respuesta al reproche del Frente de Todos que mantuvo en sus despachos a varios diputados en los últimos días. La oposición planeaba hacer un gesto con una sesión en minoría. Tras el acuerdo, Massa les agradeció “la generosidad” del aporte en la noche del lunes.
El Frente de Todos interpretó el dictamen de la Corte Suprema como un aval a las sesiones remotas. Los diputados de ese espacio llegaron al Palacio legislativo con una batería de argumentos a favor de la modalidad a distancia en el marco de la emergencia sanitaria.
El Interbloque Federal, conocido por su cercanía con Roberto Lavagna, defendió una tercera posición que había charlado con Sergio Massa: una sesión mixta en la que estén presentes quienes viven cerca de Capital o que pueden viajar y el resto participen desde sus hogares. El criterio más fácil de aplicar serían los jefes de los bloques sentados en sus bancas y el resto en sus casas con computadoras del Congreso, con protocolos de seguridad y el programa para sesionar cargado.
Alrededor de una mesa cuadrada que se armó en el Salón Delia Parodi se intercalaron caras semicuebiertas con barbijos: blancos, negros, uno celeste de Eduardo “Bali” Bucca que ademas de diputado es médico y quien insistió desde el lavagnismo con su propuesta de sesión mixta. Romina Del Plá usó uno verde fosforescente y Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, uno multicolor. Sobre el mantel celeste cada cual tuvo una botella de agua y un frasco con alcohol en gel.
A la cabeza se sentaron el presidente de Diputados, Sergio Massa, y Alvaro González, vicepresidente primero de la Cámara en representación del PRO junto al secretario administrativo Rodrigo Rodríguez de La Cámpora. Por el oficialismo estuvieron el jefe del bloque Máximo Kirchner, Cristina Alvarez Rodriguez, Cecilia Moreau y el secretario Parlamentario, Eduardo Cergnul y el secretario general, Juan Manuel Cheppi.
Por la izquierda también estuvo Nicolás del Caño quien junto con Del Plá viene pidiendo sesionar desde que se declaró el aislamiento obligatorio. Desde Mendoza llegó José Luis Ramón jefe del interbloque Unidad y Equidad Federal.
Juntos por el Cambio tuvo una previa en el despacho de Miguel Bazze, el más grande en el segundo piso del Palacio del Congreso. Allí estuvieron Mario Negri, jefe del interbloque que viajó este lunes en auto, solo y con barbijo, desde Córdoba; Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO; Maximiliano Ferraro, jefe del bloque de la Coalición Cívica; la radical Brenda Austin; Silvia Lospennato que es además integrante de la comisión de Modernización Parlamentaria; el ‘lilito’ Juan Manuel López, el vicepresidente de la Cámara, Alvaro González y el dueño del despacho.
Cuando bajaron al primer piso, lejos de los roces de los últimos días, los diputados del principal bloque opositor se mostraron permeables a un entendimiento para sesionar aunque acordaron pedir una modificación reglamentaria que le ponga un corset al peronismo. La idea original de JxC era que el reglamento debería ser muy preciso sobre en qué condiciones se puede sesionar de manera remota, cómo se establece el quórum y las votaciones. Y expresaron temores respecto al uso futuro.
En esos intercambios de la tarde hubo quien recomendó pensar en el votante de Cambiemos que exige límites al peronismo en el marco de una crisis que permite al presidente gobernar a través de Decretos de Necesidad y Urgencia. Negri fue quien se mostró más desconfiado: “Observamos que no hay diálogo político sincero”, criticó y aconsejó prudencia hasta que en el transcurso de la semana se complete en las comisiones lo que falta. Ritondo fue quien buscó la reconciliación.
fuente: infobae