Según fuentes palestinas, la situación en la calle “volará por los aires” y podría llegar a generarse una tercera Intifada.
Las fuerzas de seguridad israelíes se preparan para un posible incremento de la violencia, tras el esperado reconocimiento este miércoles del presidente de EE.UU. Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel y la promesa de trasladar su embajada de Tel Aviv a la ciudad santa.
El martes comenzaron las consultas de oficiales de Defensa para hacer frente a los posibles disturbios y el ejército israelí ha preparado “un plan con distintos niveles de alerta que se activará según sea necesario”, informó el diario israelí Haaretz.
Según este medio, varios batallones que están en estos momentos de entrenamiento y maniobras han sido advertidos de que podrían ser destacados al territorio ocupado de Cisjordania a finales de semana, si la situación lo requiere.
El portavoz policial Micky Rosenfeld señaló que “en general se toman medidas de seguridad de forma regular y por supuesto estamos listos para cualquier situación” pero precisó que por el momento “no hay cambios en el terreno en términos de medidas de seguridad policiales”.
Una portavoz del ejército declinó dar información sobre posibles acciones que se estén llevando a cabo.
Las facciones palestinas declararon ayer “tres días de ira y rabia popular”, desde este miércoles hasta el viernes, para rechazar lo que calificaron de “conspiración (norte)americana contra Jerusalén”.
El líder del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, Talal Abu Zarifa, explicó que las facciones se pusieron de acuerdo en llevar a cabo “una serie de acciones populares para enfatizar que Jerusalén es una línea roja, es la capital de Palestina”, sin matizar en qué consisten.
Anoche varios manifestantes quemaron fotos de Trump en Belén y esta mañana se registraron enfrentamientos leves entre grupos de jóvenes palestinos y soldados israelíes en un puesto de control militar cercano a Belén y en el campo de refugiados de Al Aroub, al norte de Hebrón, sin que se registrasen heridos, informó la agencia de noticias palestina Maan.
El viernes, día sagrado musulmán, se podrían producir enfrentamientos tras el rezo del mediodía, especialmente en Jerusalén.
En Gaza, Hamas convocó también a un “día de la ira” el viernes, lo que podría provocar tensión en la frontera, y pese a la lluvia, cientos de personas se manifestaron esta mañana en la Plaza del Soldado Caído para mostrar su rechazo.
Miembros del parlamento de Jordania protestan la decisión del gobierno de EE.UU. de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. / REUTER
En una carta dirigida a líderes árabes, el jefe político del movimiento islámico Ismail Haniyeh advirtió que el traslado de la embajada de EE.UU. “encenderá un fuego de ira que golpeará la cara de la ocupación” y que “el pueblo palestino nunca aceptará esta decisión y se enfrentará a ella con todo su poder”.
El portavoz de Hamas Fawzi Barhoum calificó en un comunicado la decisión de Trump de “ataque al derecho palestino, árabe e islámico a Jerusalén” e instó a todo el mundo a que “se enfrente a él” para “frustrarlo con todos los medios posibles”.
Para el jueves las facciones han convocado una marcha al mediodía en la plaza de Al Manara, en Ramallah.
Un oficial de seguridad palestino señaló al diario Yediot Aharonot que, si Trump hace efectiva su declaración, “la situación en las calles volará por los aires” y “es posible que ponga en marcha una tercera Intifada”.
Y recordó las grandes crisis que han surgido en torno a la ciudad santa: en 1996, con las protestas contra los túneles cerca del Muro de los Lamentos, en 2000, con el ascenso de Ariel Sharón a la Explanada de las Mezquitas (origen de la Segunda Intifada), y en 2015 y 2016 con la oleada de ataques tras mensajes de que la mezquita de Al Aqsa estaba amenazada.
Fuentes israelíes señalaron anoche al Yediot Aharonot que “se están preparando para cualquier escenario” ya que “cuando juegan con los sentimientos religiosos puede llevar a que haya disturbios”.
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que la “identidad histórica” de su país está siendo reconocida.
“Nuestra identidad nacional e histórica está recibiendo gestos importantes cada día, pero en especial hoy”, dijo Netanyahu en un video colgado en su cuenta de Facebook.
Rusia, China, Siria, Turquía y el papa Francisco expresaron hoy su preocupación por la decisión estadounidense y las consecuencias que pueda tener en la estabilidad en la región, sumándose a otras voces manifestadas ayer, como las de Francia, Italia, la ONU y el Movimiento de Países No Alineados.
Israel considera a Jerusalén su capital “eterna e indivisible”, pero la comunidad internacional considera la parte oriental territorio palestino ocupado y ningún país ha reconocido hasta ahora la soberanía israelí sobre toda la ciudad ni su capitalidad.
Fuente: Clarín