El tucumano jefe de Gabinete recibe a los jefes provinciales a diario en la Casa Rosada. El primer mandatario participa de esos encuentros esporádicamente. Manzur tiene todo el poder de decisión y actuación por estas horas en Casa Rosada.
Después de la derrota en las PASO y los forzados cambios en el Gobierno que debilitaron la frágil unidad de la coalición oficialista y la imagen del Presidente, Alberto Fernández decidió relegar las visitas a las provincias afines que venía realizando con regularidad antes de las PASO, y dejó la relación con los gobernadores en manos de su nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur, que llegó a la Casa Rosada designado por el jefe del Estado en representación política del interior del país para “relanzar” la administración nacional.
Hasta el derrumbe en las urnas, Alberto Fernández visitaba una provincia o más por semana: en los diez días previos a las elecciones estuvo en la mayor parte de los distritos oficialistas, donde protagonizó sendos actos con motivo de festejos locales, inauguraciones de obras, o la firma de convenios. Pero después del inesperado resultado en las PASO, imprimió profundos cambios en su estrategia de campaña. Además de disminuir la frecuencia de sus apariciones públicas, modificar el estilo y eliminar los diálogos con los medios, dejó de lado la lógica de metódicas visitas al interior que rigió cada semana de su campaña para las PASO.
“Quién mejor que Manzur para llevar la relación con los gobernadores. Sabe perfectamente cómo funcionan, cuáles son sus necesidades y lo que esperan escuchar”, explicó un funcionario de la Nación.
Fuente: Infobae