El candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, hizo esta mañana un amplio repaso por el escenario político y cuestionó severamente al actual gobierno nacional por las políticas económicas que implementó. Además explicó el rol de Cristina Kirchner en la estructura que está conformando para su posible llegada a la Casa Rosada.
Al ser consultado sobre la participación de la ex jefa de Estado en el armado de su futuro (y eventual) gabinete, Fernández fue contundente: “Va a tener cero injerencia”, respondió en la entrevista que le realizó Luis Novaresio en radio La Red. “Es una pregunta recurrente, un tema que no me inquieta en lo más mínimo. Ahora, si la pregunta es si voy a trabajar con ella, es sí, porque es una mujer con ocho años de experiencia, y una dirigente de envergadura que puede ayudar mucho”, amplió.
En relación a la situación del país, sobre todo en materia económica, puntualizó que el gobierno de Mauricio Macri “terminó con tres o cuatro precios de dólar, con el contado con liqui subiendo; hay un desbande muy grande. Lo único que le pedí cuando hablamos es que cuide las reservas y parece que lo hiciera adrede; está perdiendo 100 millones de dólares diarios. Espero que dios no permita que siga haciendo lo que está haciendo”.
En este punto, comparó la actual crisis económica del país con la salida de la convertibilidad, en enero de 2002. “Cuando miro el presente siento una suerte de deja vu, siento que estoy volviendo a entrar en la Casa de Gobierno en mayo de 2003, porque Macri ha generado un escenario similar al que generó la salida de la convertibilidad en la Argentina. Cuando mirás aquellos años se generó un aumento sustancial de la pobreza, de la desocupación, igual que Macri; se generó una devaluación del 400%, ahora Macri hizo una devaluación del 500%, y las reservas eran de entre 10 y 11 mil millones de dólares, que es lo que Macri con mucha suerte va a dejar en diciembre”.
“El país está virtualmente defaulteado”, consideró Fernández, y agregó: “Es una situación de enorme gravedad, aunque el Presidente está de caravana dando discursos y no se da cuenta. No sé si alguna vez se dio cuenta del desastre que hizo, es inconmensurable”.
Durante otro pasaje de la entrevista, el ex jefe de Gabinete durante la gestión de Néstor Kirchner se refirió a Venezuela y un posible cambio en la política exterior de Argentina en el caso de ganar las elecciones. “El problema no es dónde está Argentina, si está o no en el grupo Lima, sino lo que dice. Uno puede estar allí y pedir que ayudemos a Venezuela a encontrar una salida y no promover una intervención como lo ha hecho una parte del grupo de Lima”, analizó.
En este sentido, amplió: “Hay que intentar que los venezolanos encuentren una salida, porque el informe de (Michelle) Bachelet, la cantidad de gente de emigró, dan cuenta de una situación crítica, que se potencia por un bloqueo espantoso que hace más difícil la situación. Si generan un bloqueo para generar hambre no vengan con ayuda humanitaria, es una canallada. Tenemos que hacer algo para que Venezuela recupere el diálogo, para que las instituciones funcionen y los venezolanos puedan volver a su país, por eso mi posición es parecida a la de México y Uruguay”.
Por otro lado, a poco más de tres semanas para las elecciones, y a pesar de señalar que “ninguna elección se define hasta que se cuente el último voto”, se mostró confiado en repetir el resultado de las últimas PASO, donde el Frente de Todos se impuso con comodidad al oficialismo. “En las primarias hubo una enorme diferencia, las encuestas dicen que esa diferencia se amplió, y la idea es tratar de conquistar la adhesión de la mayor parte de los argentinos”, dijo. “Veo que las encuestas parecen decir que no habrá segunda vuelta”, reafirmó.
Ante la consulta sobre su eventual equipo en el caso de imponerse en los comicios, y más allá de la definición sobre el rol de Cristina Kirchner, Fernández destacó las figuras de Florencio Randazzo, Daniel Arroyo, María Eugenia Bielsa, Gustavo Beliz. También a Roberto Lavagna, que compite asimismo por la presidencia. “No tengo complejos de inferioridad, quiero un ministro de Economía fuerte, que pueda resolver y decidir, eso lo aprendí de Lavagna”, señaló.