El Presidente encabezó, a través de videoconferencia, el anuncio de la puesta en marcha de obra pública en Chaco, Misiones, Córdoba, La Pampa y Salta y afirmó que “hay un Estado decidido a salir adelante”.
Alberto Fernández afirmó que “hay un Estado decidido a salir adelante” y advirtió que no lo “doblegarán los que gritan, porque los que gritan suelen no tener razón”, al encabezar un acto en la residencia de Olivos en el que anunció obras para cinco provincias.
“Hay un Estado decidido a salir adelante con este plan y no nos va a doblegar los que gritan, los que gritan suelen no tener razón, nosotros sabemos a qué vinimos”, dijo el jefe de Estado desde Olivos por videoconferencia con los gobernadores de Chaco, Misiones, Córdoba, La Pampa y Salta.
Acompañado por los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el Presidente se refirió al Presupuesto que en los próximos días enviará al Congreso.
“En el Presupuesto, le vamos a contar qué plan tenemos para el año que viene”, dijo el mandatario, que precisó que los “postulados” serán “desendeudamiento, acumular reservas, tener un moneda competitiva para favorecer la exportación, tratar de equilibrar lo antes posible el desequilibrio fiscal y tener una balanza comercial positiva”.
“El Presupuesto va a ser realista, no lo vamos a modificar 10 días después, fijando objetivos falsos, como ocurrieron en los últimos cuatro años, dejémosle la mentira para los que saben gritar”, aseveró.
De la videoconferencia participaron los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz; de Chaco, Jorge Capitanich; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; de Córdoba, Juan Schiaretti; de La Pampa, Sergio Ziliotto, provincias en las que se realizarán obras con una inversión total de $20.000 millones.
En otro tramo de su discurso, el mandatario apuntó a quienes “decían que la economía se cae” y les dijo que “la actividad industrial hoy es más alta que la del 19 de marzo, cuando empezó la cuarentena”.
“Fuimos capaces de recuperarnos y todos los días vemos no solo cómo invertimos en obra pública, sino cómo el sector privado también arriesga, invierte y piensa en volver a crecer, a exportar y dar trabajo”, afirmó.
“Esto le está pasando a la Argentina, vinimos a poner de pie a la Argentina y no queremos que esté de pie algún tiempo, queremos que se pare para siempre”, completó Fernández.
En ese sentido, indicó que “ha llegado el momento de dejar de lado las falsas disputas, las faltas mentiras, los falsos discursos, las falsas palabras”.
Así, el Presidente invitó a “recordar” lo que los argentinos fueron capaces de hacer para “salir del pozo”, enfrentando “al peor de los monstruos que es la enfermedad”, con “inteligencia, asesorados por los que saben”.
De cara al futuro cercano, Fernández marcó “dos objetivos centrales”, que son “promover la producción y el trabajo.
El Presidente mencionó que al arrancar su gestión se propuso “poner a la Argentina de pie en un escenario muy complejo”, para lo que encaró un “proceso de integración social con una Argentina con 40 por ciento de pobreza”.
Fernández diferenció que su gobierno “está mejorando la calidad vida de la gente” y, en ese aspecto, mencionó el caso de la provincia de Córdoba, a la que está “ayudando” el Gobierno nacional a “resolver un problema que afecta a 600 mil cordobeses”.
En ese sentido, despejó dudas sobre la relación Nación-provincia: “Terminemos de una vez por todas con esto de que Córdoba era aislada del resto del país. Somos lo mismo, somos un país integrado y cuando resolvemos problemas de cordobeses estamos resolviendo problemas de argentinos”, exclamó.
Acerca de un pedido planteado por el gobernador chaqueño Capitanich, el jefe de Estado dijo que en cuanto se pueda se realizará “la reunión de gabinete federal” en cada una de las provincias, y recordó que esa idea, cuyo proyecto de ley está en el Congreso, la copió “a los cordobeses”.
Fernández dijo que Córdoba “tiene una capital alternativa en Río Cuarto” y que esa idea federal fue del exgobernador José Manuel de la Sota.
En otro orden, el Presidente destacó que “se resolvió un problema con los acreedores externos” que, de no haber sido así “obligaba a la Argentina a pagar 45 mil millones de dólares entre 2020 y 2025”.
“Eso heredamos y fue gracias al trabajo donde Martín (Guzmán) tuvo un rol central”, apuntó, y agregó que al postergar esas obligaciones para más adelante, “se logró que de aquí a 10 años se deje de pagar 38 mil millones de dólares”, lo que “hoy sirve para construir caminos, viviendas y redes de agua potable, e invertir en educación y salud”.