La ley brinda un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementa la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis.
El acto tiene lugar en el Salón de las Mujeres de Casa de Gobierno y que cuenta con la presencia de referentes del sector, entre ellos representantes de Mamá Cultiva.
El pasado 5 de mayo, la Cámara de Diputados convirtió el ley el proyecto que establece un nuevo marco regulatorio para el cannabis medicinal y cáñamo industrial, con 155 votos afirmativos, 56 negativos y 19 abstenciones.
La iniciativa recibió el rechazo de parte de Juntos por el Cambio, la derecha liberal y miembros de otros interbloques.
La ley brinda un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementa la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.
Además, contempla también la creación de una agencia reguladora, que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas: la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame). Esa entidad tendrá autarquía técnica, funcional y financiera y orbitará en el ámbito Ministerio de Desarrollo Productivo.
Al momento de analizar las solicitudes de licencias para producir cannabis medicinal o industrial, la nueva agencia establecerá los requisitos y antecedentes que se solicitarán al peticionante, con el fin de “maximizar los controles destinados a prevenir actividades ilegales, incluyendo el lavado de activos”.