La vicepresidente electa y el futuro titular de la Cámara de Diputados pujan por ocupar espacios clave en el gabinete nacional. Sin los votos de Sergio, el PJ no hubiese ganado y de ahí que el “tigrense” pide respeto a su espacio.
Alberto Fernández define por estas horas los nombres que le faltan para llenar todos los casilleros del plano que tiene desplegado su futuro jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en las paredes de las oficinas de Puerto Madero donde ya se planifica todo lo que viene.
Al mismo tiempo surgieron en las últimos días algunas tensiones entre el presidente electo, la vicepresidenta electa Cristina Kirchner y el principal aliado de ambos: Sergio Massa, el próximo titular de la Cámara de Diputados. Existieron desacuerdos en algunos cargos, según pudo saber Infobae de tres fuentes confiables, debido a las versiones que indicaban la supuesta llegada de allegados a Massa a algunos espacios de poder en el nuevo gobierno.
Alberto Fernández no quiere mayores conflictos internos en el armado del gabinete, a pocos días de asumir el gobierno, y bajó la instrucción de aplacar las pulseadas palaciegas ante una inmensa cantidad de nombres propios que llegan y se van derrotados de sus oficinas en Puerto Madero.
El presidente electo entiende la lógica política del momento previo a la conformación del gabinete nacional, y lidera las acciones necesarias para bascular todos los intereses internos, fundamentalmente los que representan Cristina Fernández de Kirchner y Massa.
Alberto Fernández quiere un gabinete de “unidad” y en los próximos días se dedicará a ajustar todos los casilleros del organigrama del Estado para que no haya ni vencedores ni vencidos.
Por eso anteanoche, en una reunión a solas Máximo Kirchner, quien presidirá el bloque de diputados del PJ, y Sergio Massa habrían calmado las aguas. Massa le bajó el tono al encuentro y según contó uno de los allegados la conversación tuvo como objetivos arreglar cuestiones presupuestarias del futuro Congreso.
Además, el ex intendente de Tigre sostiene en privado otra teoría: que se alimentan peleas en el Frente con Todos con la supuesta afirmación de que es Cristina Kirchner quien veta a los hombres de Massa. Según esa teoría, alimentar eso tiene como único objetivo desgastar la figura de Alberto Fernández y dejarlo como un presidente que no tiene decisión absoluta sobre la elección de su equipo.
Entre tantos nombres que surgieron sobre el gabinete que presentará el viernes próximo Alberto Fernández, el de Diego Gorgal era uno de los hombres, allegado a Massa, que se mencionaba como virtual ministro de Seguridad. Era casi un número puesto hasta que esta semana terminó de caerse.
Algunas fuentes le adjudican esa decisión a Cristina Kirchner, porque sostienen que Massa ya debería conformarse con los diputados que ubicó en la listas para la selecciones de octubre. Esas listas fueron definidas entre Massa, el propio Máximo Kirchner y el futuro ministro del Interior, el diputado Eduardo “Wado” de Pedro.
Las tensiones en las últimas semanas se habían generado también porque se sumaron otros nombres ligados a Massa como posibles nuevos integrantes del Gobierno: como el de Martín Redrado para el equipo económico, Mirta Tundis para el PAMI, y Raúl “Cabezón” Pérez para el sector de Transporte. El único que podría quedar en pie es el del “Cabezón” Pérez, ya que tiene buena relación con el presidente electo, pero no para un ministerio. El resto al igual que Gorgal ya quedó afuera del nuevo gobierno.
Massa no se hace cargo de ser el impulsor de esos nombres, ni de haberlos reclamado como espacios de poder. “No soy un agente de colocaciones”, ha dicho como ironía en las últimas horas. Sin embargo, allegados a Cristina Kirchner y a Alberto Fernández advirtieron cierto malestar frente a las versiones que ubicaban nombres allegados a Masa en espacios de poder.
Sobre el final de la semana ocurrió algo más: Hebe de Bonafini le pidió en público a Alberto Fernández que el futuro gobierno se apodere de los medios y criticó a un allegado a Massa mencionado por ella como posible titular del Enacom.
Según pudo saber Infobae el presidente electo está molesto con todo trascendido de su futuro gabinete; además le irritan las especulaciones sobre quién impulsa a cada candidato, la supuesta influencia de Cristina Kirchner. Él sostiene que la decisión es suya y que nadie le va a imponer nombres, más allá de que hable con Cristina y Máximo del tema. La orden de Alberto Fernández fue no contar a los medios cómo armará su equipo porque quiere hacerlo el mismo el viernes próximo.
La cuestión en cierto modo trabó parte de la transición porque al no definir algunas áreas tampoco se pudo hacer el intercambio de información. Y a esto se suma la guerra de nombres que llevó a cierta confusión. De hecho ocurrió esta semana: se iban a encontrar un funcionario saliente y otro supuestamente entrante. Uno fue con al café con carpetas y toda la información pero el futuro funcionario le dijo que prefería esperar hasta que Alberto Fernández defina todo.
Máximo Kirchner, en alianza con su madre, es quien concentra lo que tiene que ver con los equipos y nombres que le aporta a Alberto Fernández. Lo mismo hace Wado de Pedro.
Por este motivo, en la reunión con Massa, según afirman fuentes allegadas a los protagonistas se habría analizado parte de cómo será el presupuesto en la Cámara de Diputados, cómo se va a plantear las leyes urgentes que quiere sacar el nuevo presidente cuando convocó que a sesiones extraordinarias, y además acordar la convivencia entre La Cámpora y el sector de Sergio Massa. El ex intendente de Tigre suele decir que el Frente Renovador pretende conservar su perfil dentro del Frente con Todos y Máximo Kirchner es quien definirá en el Congreso la estrategia del PJ.
fuente. infobae