El Presidente tuvo un gesto público de respaldo al ministro más cuestionado por el kirchnerismo. El proyecto de la “renta inesperada” tiene bajas posibilidades de atravesar las dos cámaras parlamentarias.
Faltaba un gesto público que valiera más que las palabras. Y ese gesto se concretó el lunes por la tarde en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Allí el presidente Alberto Fernández respaldó al ministro de Economía, Martín Guzmán, en un acto presenciado por todos los sectores del peronismo.
El Jefe de Estado empoderó a su ministro más cuestionado por el kirchnerismo adelante de representantes de los movimientos sociales, la CGT, la UIA, un puñado de gobernadores, los principales legisladores oficialistas, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y una gran parte del Gabinete.
La presentación de un bono para jubilados, monotributistas y trabajadores informales fue el escenario del respaldo político. Para Fernández, Guzmán no es solo el ministro que acordó la refinanciación de la deuda con el FMI, sino también en el que depositó su confianza para llevar adelante un plan anti inflacionario.
Justamente, las medidas presentadas tuvieron como objetivo ser un paliativo para algunos de los sectores más castigados por el aumento de los precios en el primer trimestre. En lo que va del año Argentina tuvo un 16,1% de inflación, alcanzado por el 6,7% de marzo, la cifra más alta en los últimos 20 años.
Respaldo político
El respaldo político a Guzmán llega en medio de un proceso de decisión del Presidente sobre la conformación del Gabinete. En el corto plazo Fernández definirá algunos cambios en la estructura ministerial y en el equipo de algunos de ellos. Es decir, segundas y terceras líneas.
Todos esos movimientos serán bajo el mandato nuevo que reina en la Casa Rosada y que fue explicado por el canciller, Santiago Cafiero, el último fin de semana: “Nadie obliga a nadie a ser parte de un Gobierno en el que no coincide con el rumbo”.
Fernández quiere gobernar con los alineados a su proyecto político, no al que quiso construir Cristina Kirchner sobre las bases de este gobierno. En ese plan de acción está el ministro de Economía, el principal cuestionado por parte de la Vicepresidenta y La Cámpora, quienes desde hace tiempo piden su cabeza.
Lo extraño del gesto de apoyo del Presidente es que se dio en paralelo a la presentación de un nuevo impuesto que quiere implementar el Gobierno y que parece no tener un futuro prometedor: la “renta inesperada”.
A ganar menos de $1.000 millones
El impuesto alcanzará a empresas que tengan ganancias superiores a los 1.000 millones de pesos en el año. El problema es que no tiene el consenso necesario para pasar los filtros parlamentarios. Es decir, el Gobierno entrará en un espiral de desgaste militando un impuesto que tiene pocas posibilidades de ver la luz.
Capturar la renta inesperada
“Vamos a convocar en las próximas semanas a las fuerzas laborales y productivas para construir un mecanismo que nos permita capturar parte de la renta inesperada producto del shock que implica la guerra”, explicó Guzmán ayer, que también aseguró que el impuesto caerá sobre “una fracción pequeña” del empresariado argentino.
Lo curioso es que en la Casa Rosada tienen en claro que será muy difícil que un nuevo impuesto, en este caso a la renta extraordinaria, pase la barrera de Congreso. ¿Por qué? Porque la mayoría del arco opositor no está dispuesta a convalidar más presión tributaria sobre los productores y empresarios.
Desde Juntos por el Cambio advirtieron que no respaldarán el proyecto que tiene decidido enviar el Poder Ejecutivo. El primero en marcar la cancha fue el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Antes de que se anunciara, Horacio Rodríguez Larreta sostuvo que “la Argentina no soporta un impuesto más”, a través de un mensaje en sus redes sociales.
“Estamos absolutamente en contra. Cuando llegue al Congreso lo vamos a rechazar”, sentenció el alcalde porteño. En esa misma línea se expresó la presidenta del PRO y rival interna del Jefe de Gobierno en la coalición opositora. “Fracaso esperado, la Argentina no tiene espacio para más impuestos. Lo contrario, hay que bajarlos”, sostuvo Patricia Bullrich.
fuente: Infobae