A días de terminar su mandato el presidente no desaprovecha oportunidad para viajar, pese a la crisis que vive el país. Ahora partió a China, donde mantendrá una reunión en Shanghái con la ex mandataria de Brasil y titular del Banco de los Brics.
Alberto Fernández partió esta madrugada hacia China, donde mantendrá una reunión en Shanghái con la exmandataria de Brasil y titular del Banco de los Brics, Dilma Rousseff, y luego se trasladará a Beijing para participar del “III Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional”, al que asistirá por invitación del jefe de Estado de la nación asiática, Xi Jinping.
El Presidente partió desde Ezeiza pasada la medianoche (a las 0.40 del viernes, hora argentina) y arribará a Shanghái, en el este de China, el sábado a las 3.50 hora argentina (las 14.50 del país asiático), según indicaron fuentes oficiales.
Además del encuentro con Rousseff que tendrá lugar el martes en la sede del banco de los Brics (conocido como Nuevo Banco de Desarrollo, NBD), el mandatario desarrollará una agenda nutrida que incluye contactos con empresarios del sector minero y altos dirigentes locales.
Poco después de su arribo, el jefe de Estado compartirá un almuerzo en un restaurante argentino de Shanghái con directivos de la empresa Gotion High Tech y de una editorial que publicó “El Eternauta” en China. Gotion, fabricante de baterías de litio para autos, ómnibus y bicicletas, tiene inversiones en Argentina, consignaron voceros de la Presidencia.
El domingo por la mañana, el jefe de Estado se reunirá con directivos de la empresa minera CST y luego mantendrá un encuentro de trabajo en el Centro Tecnológico Huawei, el gigante tecnológico que ofrece tecnología de punta en servicios de 5G (quinta generación de telefonía móvil) alrededor del mundo.
Por la tarde, a las 18, Fernández recibirá a directivos de Tsingshan, compañía minera, y el lunes por la mañana hará lo mismo con ejecutivos de la empresa Tibet Summit, dedicada a la explotación geológica. Luego, a las 19, el Presidente sostendrá una reunión con el alcalde de la Shanghái.
El jefe de Estado concluirá sus actividades en la ciudad que es considerada la capital económica de China el martes 17 de octubre, luego de reunirse por la mañana con Rousseff. El encuentro con la exmandataria brasileña será una manera de reafirmar la intención de Argentina de consolidar su pertenencia al bloque de naciones emergentes, que inicialmente fundaron Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que en agosto pasado se amplió tras una cumbre realizada en Johannesburgo.
Argentina, junto con Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes Unidos, se incorporarán a partir del 1° de enero de 2024 al grupo de países que componen el 36 por ciento del PBI mundial y el 46 por ciento de la población del planeta.
Tras la cita con la exmandataria brasileña, el jefe de Estado viajará a Beijing para participar del Foro que tendrá el lema “Cooperación de la Franja y la Ruta de Alta Calidad: Juntos por el desarrollo y la Prosperidad Comunes”, donde mantendrá a su vez una reunión bilateral con su par de China, Xi Jinping.
El mandatario partió a China acompañado por el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el titular del Banco Central de la República Argentina, Miguel Pesce, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco.
En la cumbre sobre la Franja y la Ruta se deliberará sobre cuestiones como “Conectividad en una economía Global Abierta”, “Ruta de la Seda Verde por la armonía con la naturaleza” y “Economía Digital como una nueva fuente de crecimiento”.
Se estima que el foro contará con la presencia de diferentes jefes de Estado y autoridades de más de 110 países.
La visita presidencial a Beijing permitirá también que ambos países anuncien la ampliación de sus acuerdos monetarios, lo que tiene como antecedente los ‘swap’ de monedas que permitieron fortalecer las reservas del BCRA con yuanes provistos por el Banco del Pueblo de China.
El viaje ofrecerá una nueva oportunidad para que China reafirme su histórico apoyo al reclamo de soberanía que sostiene Argentina sobre las islas Malvinas y el espacio marítimo circundante que Gran Bretaña usurpa desde 1833.
En ámbitos diplomáticos, Argentina adhiere al principio de “una sola China”, lo que constituye un punto clave del vínculo bilateral junto al respaldo de Beijing al llamado a que el Reino Unido cumpla con la resolución 2065 de la asamblea general de ONU. Dicha resolución, votada en el año 1965, exhortó a las dos partes a negociar por la vía pacífica una solución al conflicto de soberanía en el Atlántico Sur.