Falsos justificativos | Ambas gestiones municipales pregonaban el cambio, pero no pueden dar solución a los baches, los problemas de tránsito y recién parecen despertar al inconveniente que genera la informalidad de los llamados “trapitos”.
Por Pablo Batalla | La basura es otro de los trofeos que exhibe la inoperancia de Germán Alfaro. Lo que tienen ambos intendentes de Cambiemos en común es la estrategia de echar la culpa a otros de su incapacidad para administrar.
La película “Gemelos”
La película “Twins”, conocida en nuestro país como “Gemelos” o “Los gemelos golpean dos veces”, y estrenada en 1988, tuvo como protagonistas a Danny De Vito y Arnold Scharzenegger.
Se trató de un filme de relativo éxito, por la participación de actores físicamente tan disímiles. La trama del filme trata de un experimento para lograr un ser perfecto, física y mentalmente. El experimento no sale bien y resultan distintos.
Una similitud y una diferencia
Traducido al mundo de la política comarcana, podemos decir que los intendentes de Capital, Germán Alfaro, y de Yerba Buena, Mariano Campero, pueden ser los gemelos de la gestión en Cambiemos.
Pero en este caso, el experimento no daría como resultado seres muy diferentes. Más bien, podríamos decir que hay muchas similitudes en el modo de conducirse al frente de sus respectivos departamentos Ejecutivos.
Las ciudades “Jardín” e “Histórica”
La “Ciudad Jardín” parece una urbe bombardeada, como consecuencia de los baches y las grietas que hay en el pavimento y de la que se quejan los vecinos que son víctimas de ellas.
La “Ciudad Histórica” tiene idéntico problema, aunque Alfaro prefiera calzarse las botas de goma y culpar a la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT). Lo que sucede es que los vecinos ya se comieron ese anzuelo en las últimas elecciones legislativas.
La basura es una vergüenza
El problema con los residuos también es común a ambas gestiones, pero quien tiene mayores inconvenientes es Germán Alfaro, quien no puede dar solución a los basurales que se generan en distintos puntos de la ciudad.
Parece que su equipo de funcionarios, entre peronistas y radicales, no pueden con este problema que pone en riesgo la salud de los vecinos. Se les deberían aplicar severas multas o realizar campañas públicas para evitar que ello ocurra.
Sin política sobre los residuos
Tampoco hay una política de gestión de los residuos sólidos urbanos, a fin de reciclarlos o generar una conciencia en cuanto a la necesidad de transformarlos en una solución y no en un problema.
En vez de suponer que todas las críticas que reciben forman parte de espacios opositores, deberían afinar la vista y observar experiencias exitosas en el tratamiento de la basura, como la de Tafí Viejo.
El desastre del Lago San Miguel
Pero la basura no se encuentra sólo en alejados barrios o en los accesos a la ciudad, sino que está debajo de las narices de los funcionarios. Un ejemplo de ello lo es el Lago San Miguel, que presenta un estado calamitoso.
Dominado por la suciedad, la denuncia fue realizada por la organización ecologista, “Conciencia Ambiental Tucumán”. La respuesta fue sólo un silencio de radio. ¿Y la basura? Ya habrá a quien culpar de ello…