Darle magia a la cruda realidad | Eso es lo que hace con su poesía Alfredo Pablo Espeche, quien escribió este poema luego de escuchar el relato de una madre que perdió a su hija. Un poema doliente que atraviesa el duro muro del dolor humano.
Cuando se fue, también moriste
Despertaste y ya no estaba,
no, por lo menos,
en este mundo,
su cuerpo inerte,
sin expresión alguna,
como dormida,sin alma,
así, la encontraste,
yaciente en su cama.
El invierno habita
en tu vida,
y nunca se fue,
aunque pasen los meses,
entre lágrimas y besos,
entre llamados apurados,
que de nada sirven,
sólo sabes que no está,
ya no contestará,
ni apretarás,
sus manos blancas.
Y hoy caminas sola,
ocultándote del sol,
hablando solo de ella,
tu hija querida,
que voló hacia donde,
sueñan las hadas,
donde vuelan princesas,
y la noche no llega.
Ay, de ti, tener que
vivir, así muriendo,
o morir tal vez viviendo,
no sabes la diferencia,
no encuentras consuelo,
ni como mitigar tu dolor.
¡Cómo cambia el mundo!,
el camino, se hace más largo,
el aire, no sabe bien,
y vas por la vida,
como una rosa marchita,
que olvidó, lo que es reír,
que ya no sueña,
¡Y solamente … duerme.!
Alfredo Pablo Espeche
Datos del autor
Compartimos a continuación el audio del presente poema: