Dos están en La Plata y una en Capital. Es para preservar la documentación.

Por pedido de la Justicia, la Policía Federal allanó este sábado tres sedes del sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME), cuyo secretario general Marcelo Balcedo fue detenido el jueves último en Uruguay acusado de realizar millonarias transacciones sin justificación económica.

El juez federal de La Plata Ernesto Kreplak ordenó el allanamiento de las tres sedes, dos ubicadas en La Plata y una en la Capital Federal y dispuso una consigna policial en resguardo de los bienes y la documentación que se encuentra en las instalaciones, en el marco de la causa que investiga el vaciamiento del gremio por parte de su titular. Además, ordenó el desalojo de los empleados.

​La medida apuntaría a evitar que allegados a Balcedo, con prisión preventiva en Montevideo y a la espera de la extradición, retengan pruebas o entorpezcan la investigación.

La justicia uruguaya dictó el viernes la prisión preventiva por 30 días para Balcedo y su esposa, Paola Fiege, en tanto se aguarda sean extraditados a La Plata, ciudad en la que se entregó también el viernes su socio Mauricio Yebra, integrante del sindicato y sospechado de ser su testaferro.

Balcedo y su esposa fueron detenidos en su chacra “El Gran Chaparral” de Playa Verde, cerca de Piriápolis. En la casa había alrededor de medio millón de dólares en efectivo, una pistola Glock 9mm, un revólver CTC 38, réplica de AR 15 calibre 22 marca Colt con una gran cantidad de municiones, además de cuatro autos de alta gama, informaron fuentes judiciales. También se llevaron computadoras y documentación, clave para la investigación judicial.

La investigación que culminó con las detenciones se inició a partir de una denuncia de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), alertada por extracciones de dinero en efectivo realizadas de la cuenta bancaria del SOEME, por más de $ 53 millones, presuntamente vinculadas a maniobras de lavado de activos.

Un informe de la UIF revela que Balcedo hizo depositar por lo menos $ 53 millones en cheques en las cuentas del sindicato. Una vez acreditados los fondos, eran retirados por ventanilla por su mano derecha Yebra. Balcedo había firmado un poder general de administración del sindicato a nombre de Yebra y éste está siendo investigado por tener supuestos negocios con la banda de narcotraficantes “Los Monos” de Rosario, según revelaron fuentes judiciales a Clarín. Ahora la UIF argentina cruza datos con su par de Uruguay para terminar de completar este red financiera internacional.

Un capítulo aparte es cómo los Balcedo se habían hecho de autos de alta gama. Estaban a nombre de terceros. La mujer de Balcedo, a través de la concesionaria de autos de La Plata llamada Chaqueñito SA “alquilaba” una docena de autos de alta gama. Lo hacía a través de la empresa Emprendimientos Publicitarios Bonaerenses (EPB).

fuente: clarín

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