Por Fabián Seidán – Diario Cuarto Poder | El senador tucumano en uso de licencia por una denuncia penal, es uno de los políticos más rico de la provincia y del país, por lo que sería alcanzado por el Impuesto a las Grandes Fortunas, si la “letra chica” del proyecto fogoneado en la Cámara de Diputados por Máximo Kirchner, no lo exime finalmente.
Los ricos también lloran…
Dice un viejo refrán atribuido al célebre dramaturgo, poeta y actor inglés William Shakespeare: “Cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones.” Y ese pareciera ser el caso del político más influyente del siglo de Tucumán: José Jorge Alperovich, quien fuera tres veces gobernador de la provincia y actualmente ostenta por segunda vez una senaduría nacional.
El empresario, propietario de un tándem de compañías que incluye una constructora, una agropecuaria y una concesionaria de autos, posee además campos, mansiones (según su esposa Beatriz Rojkés, tiene diez) y una jugosa fortuna que superaría los $750 millones (según realpolitiK). O sea, transformando esa cantidad de pesos a dólar oficial ($67.50), Alperovich sería poseedor de una riqueza superior a los U$S 11.000.000.
Ahora bien, si avanza -como parece que avanzará- el proyecto del Impuesto Patria (a las Grandes Fortunas) alcanzará ineludiblemente el senador tucumano y sería el único político Peronista, alcanzado por el gravamen extraordinario de nuestra provincia.
Es que la aplicación de un impuesto a las grandes fortunas, que busca recaudar fondos en el contexto de emergencia de la pandemia del coronavirus sería un hecho, y tiene como piso alcanzar a los patrimonios que están por encima de los U$S 3.000.000.
Ya el presidente Alberto Fernández le dio la venia formal para que se avance con la iniciativa impulsada por el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, que pretende alcanzar a un universo de 12.000 ricos argentinos.
La idea es que el impuesto sea progresivo y por eso se trabaja para dividir a los contribuyentes en tramos: un porcentaje deberá ser pagado por quienes tienen un patrimonio de entre U$S 3 y 5 millones; otro porcentaje los de una segunda franja que irían de U$S 5 a 10 millones; otro porcentaje lo pagarían quienes ostentan fortunas de entre U$S 10 y 50 (ahí entra Alperovich); otro grupo iría de los U$S 50 a 100; y otro entre los U$S 100 y 500 millones.
La desgracia nunca viene sola…
¿Y por qué decimos que la “desgracia nunca viene sola? Porque quien supo ser el hombre más poderoso de la provincia (y tal vez lo siga siendo) no sólo perdió horrorosamente las elecciones a gobernador de la provincia el año pasado a manos de su ungido ex vicegobernador Juan Manzur, sino que además, al presentarse en la contienda, salió cuarto cómodo, detrás de su delfín, de la radical Silvia Elías de Pérez y del hijo del General, “Ricardito” Bussi.
A la dura derrota electoral se debió sumar a los pocos meses (noviembre del año pasado) una denuncia penal por abusos sexuales contra su sobrina por la que fue imputado, lo que causó que tuviese que pedir una licencia extraordinaria como senador nacional, la que actualmente cursa.
En medio de todos los males, existe el rumor –no hay nada por sentado- de que su esposa Beatriz Rojkés (La Betty) le habría pedido el divorcio tras las delicadas denuncias (Contexto 27-02-2020). Betty se enojó mucho al punto de que fue llamativo su “silenzio stampa” en las redes sociales sobre la denuncia de violación. Además -se dice por lo bajo- ella no le perdona el haberle hecho perder la oportunidad de ser embajadora en Rusia o Israel. Es que la ex senadora tenía una promesa de palabra para ocupar ese cargo, pero todo se frustró cuando salieron a la luz las graves acusaciones de la sobrina del matrimonio.
A nivel empresario también perdió el ex gobernador. Su propio hermano Naum, pugnó para cambiar la razón social de la concesionaria de autos León Alperovich, así opere bajo la denominación “AG Naum SA”. ¿Se habría buscado despegar a la añeja compañía familiar de un posible escrache social en tiempos de “emponderamiento feminista”?
Como si fuera poco, el año que viene se vencen los fueros que ostenta Alperovich como parlamentario, por lo que pasaría a ser un “ciudadano común” y, como todo ciudadano común, podría pasarla muy mal en los Tribunales Penales.
Deberá entonces, esforzarse y tratar de bajar un poco la cabeza y tragarse el orgullo, para poder volver al PJ. Así, desde allí, buscar construir de nuevo su imagen para retornar al ruedo político, el único ámbito que le puede garantizar tranquilidad, poder y fueros.
La fortuna del “desafortunado” José
El senador Alperovich, es uno de los hombres más ricos de la provincia. A comienzos de 2018 había declaró bienes por 460.148.341 pesos (algo más de 6,5 millones de dólares. A finales del mismo año, el senador presentó un patrimonio de 750 millones de pesos (más de 11 millones de dólares).
Su aumento patrimonial se debió en gran medida a la venta de autos de su concesionaria, que comprendió algo menos de un 70 por ciento de su crecimiento. El resto se debió a la revaluación de sus bienes, posiblemente debido a la inflación que mantiene en jaque al país (realpolitick). Cobra como senador una dieta de 146 mil pesos y su esposa, Betty, como jubilada recibe una mensualidad de 239.410 pesos.
Uno de los 0,008% más rico del país
En base a los números que manejan los legisladores oficialistas que se encargan de la redacción del texto de la ley, los eventuales aportistas sólo abarcan el 1,1% del total de los contribuyentes al impuesto a los Bienes Personales. En principio, sería el 0,08% de la población económicamente activa que mide regularmente el indec. Aún así, en el gobierno nacional estimaron que la implementación del impuesto extraordinario podría generar un ingreso superior a los 3.000 millones de dólares.
Un camionero, un “domador” y un salteño
Hugo Moyano también sería alcanzado por este impuesto. Tiene un patrimonio superior a los U$S 10.000.000 y un poder más cercano al sindicalismo empresarial que a los trabajadores. Es dueño de lujosos autos y de casas suntuosas, una de las cuales es una quinta de diez mil metros cuadrados en el exclusivo Parque Leloir, valuada en un millón de dólares.
Mauricio Macri, el jefe de la oposición también debería pagar el impuesto. Actualmente ocupa el puesto 37 en la nómina de los más ricos del país. Cuando llegó a la Casa Rosada el ex presidente declaró ante la Oficina Anticorrupción bienes por $110 millones, al finalizar su mandato poseía $273 millones.
El impuesto “Patria” o a los ricos, alcanzaría a fortunas por encima de los U$S 3.000.000, lo que equivale en pesos a $196 millones. En el Congreso, son escasos los políticos que serán alcanzados por el impuesto. Entre ellos, figura el senador Juan Carlos Romero de Salta, quien fuera también -como Alperovich-, gobernador tres veces consecutivas de su provincia. Romero declaró poseer una fortuna cercana a los 197 millones de pesos, una mansión amurallada de $50 millones, un avión LV-BOU y un helicóptero LVYRC.