La sorpresiva participación de José Alperovich en la última sesión del Senado, causó una catarata de burlas por su mudez de todo el 2016. A su llamativa verborragia sumó una “metida de pata”, porque el jefe de bancada, Miguel Ángel Pichetto, ya tenía acordado votar en conjunto con el oficialismo.
Todo transcurría tal como se había planeado, se debatía la iniciativa para otorgar créditos blandos a personas que perciben la Asignación Universal por Hijo y la bancada del Partido Justicialista, a cargo de Miguel Ángel Pichetto, ya había acordado de palabra con el sector oficialista la conformidad de debate. Aunque había acordado con el oficialismo el tratamiento del proyecto, Pichetto terminó desautorizado por miembros de su propia bancada. Se le rebelaron y forzaron a que la iniciativa finalmente no fuese tratada. José Alperovich fue uno de los que levantó su voz en contra de la iniciativa. Si, leyó bien, José Alperovich.
Más de uno de los presentes, al salir de su asombro, decidió dar lugar a su lado cabulero y de visita por la quiniela del barrio le puso todas las fichas al 48. El ex gobernador fue duramente cuestionado en 2016 por no haber pronunciado ni siquiera una sola palabra en el recinto y de haber participado en muy pocas de las sesiones del año pasado. Situación que se venía repitiendo también este año, ya que el ex gobernador, hasta antes de la última sesión, permaneció ausente en el 89% de los debates de lo que va del año.
El senador nacional José Alperovich no estuvo presente en la cámara Alta cuando se trataban las leyes de Cannabis Medicinal, Privación de Patria Potestad a Femicidas o el Régimen de Reparación a las víctimas de trata de personas. Leyes de gran importancia y su asistencia debió ser su prioridad, ya que fue votado para que cumpla con esta función.
Otra de las cosas llamativas es que el ex mandatario tucumano haya estado en contra de una iniciativa que buscaba tratar de acercar una solución a un sector carenciado y que el mismo seno del peronismo quería debatir y no dejar la pelota del lado oficialista, que fue lo que finalmente sucedió, ya que Mauricio Macri promulgará esta semana un Decreto de Necesidad y Urgencia para poner en práctica una medida que volcará hasta 50.000 millones de pesos entre las familias más pobres de la Argentina.
El Presidente habilitará a la Anses para que pueda dar créditos a los beneficiarios de la Asignación por Hijo (AUH), una línea de préstamos que hasta ahora llegaba sólo a los jubilados y pensionados.
De acuerdo con la iniciativa, las madres titulares de la AUH podrán solicitar hasta $ 3.000 por hijo y devolver el préstamo en 12 meses. Si lo devuelven en hasta dos años, podrán pedir hasta $ 5.000 por hijo.
La tasa nominal anual de interés será del 24%, según lo anunciado. Uno, desde su inocencia, se imaginaría que quien aparece en la tele abrazando y besando a personas necesitadas estaría en contra de debatir una ayuda hacia ese sector, pero bueno también todos sabemos que dentro de cierto sector político lo que falta es justamente inocencia. Lo que no es llamativo es la sincronía de los hechos; no debemos perder de vista las elecciones de este año como el mayor movilizador. Las acciones, alianzas, roturas de lanzas y traiciones están a la orden del día, y más teniendo en cuenta que desde un sector del PJ se busca no dejar morir al kirchnerismo, sino darle un lavado de cara.
“Era obvio que el Gobierno iba a terminar sacando esto por decreto. Era el Congreso el que debía haberlo aprobado”, se lamentaron cerca de Pichetto. Y agregaron: “Todo lo que pasó fue una pelotudez sagrada. ¿Cómo el peronismo va a quedar en contra de algo que beneficia a los sectores populares? Esto fue culpa de la irracionalidad que a veces surge durante la campaña electoral”.
El cuestionamiento de Alperovich a la iniciativa fue en referencia al interés que se aplicaría sobre los créditos, pero a sabiendas que de no ser tratada saldría por “decretazo” ya que el gobierno nacional busca de manera desesperada revertir la mala imagen que dejaron los tarifazos, las promesas incumplidas y las denuncias en contra de algunos funcionarios.