Existe un método sencillo para conocer los sentimientos de nuestro compañero gatuno. ¿Me quiere o simplemente me tolera porque vivimos juntos y le doy de comer?
Los gatos, no muestran el afecto hacia los seres humanos de la misma manera que los perros, sino que lo hacen de una forma mucho más sutil, con un modo propio de manifestar su cariño. Sabido es que los animales de compañía producen un sinfín de beneficios para nuestra salud, reduciendo el nivel de estrés y tensión arterial. Además, estos compañeros fieles ayudan a sus tutores a recuperarse más rápido de todo tipo de traumas emocionales.
Los gatos hablan principalmente con los ojos. De esa forma, un gato relajado y confiado, tiene los párpados caídos y somnolientos. A esa actitud se la conoce como “el beso del gato”, una forma con la que el gato puede demostrar que no tiene ninguna intención hostil hacia su entorno. Esta manifestación, es utilizada por los gatos tanto para emitir una señal tanto a otros gatos como a los seres humanos de su vínculo.
Los que convivimos con animales que son nuestra compañía los amamos profundamente pero, en general, pretendemos recibir a cambio un sentimiento recíproco. Si bien hacemos todo lo posible para que vivan felices y con sus necesidades físicas y emocionales cubiertas, es inevitable preguntarse: “¿Me quiere o simplemente me tolera porque vivimos juntos y le doy de comer?”
Si quisiéramos aproximarnos a conocer sus sentimientos, deberíamos tratar de entender su código y, en el caso del gato, hay algunas demostraciones muy claras. Se sabe que estos felinos sienten afecto y necesidad de estar junto a sus compañeros humanos, y es conocido que pueden entender y reaccionar frente a las emociones humanas como la felicidad, la tristeza o la ira.
De ese modo a un gato relajado y confiado se le puede devolver el mensaje con un parpadeo lento y si a su vez devuelve el parpadeo, nos ha honrado con su profundo afecto y aceptación. Durante mucho tiempo, esta señal fue conocida por los aficionados a los gatos, pero no había sido estudiada por la ciencia. Recientemente se demostró, que el parpadeo lento, hacer “ojitos”, es una interacción comprobada entre los gatos y los seres humanos, que hace que los gatos, tanto familiares como extraños, se acerquen y sean receptivos a los seres humanos.
Está claramente comprobado, con una clara evidencia, que los gatos y los seres humanos pueden comunicarse de esta manera. Este parpadeo lento, se puede asimilar al modo cómo los ojos de los seres humanos se estrechan y cierran cuando se sonríe y esto ocurre cuando el gato se encuentra relajado y contento. Los gatos demuestran cariño es entrecerrando los ojos, como si hicieran “ojitos”.
Es una expresión de estar a gusto y de clara empatía. Este gesto se puede devolver y lo entienden como un mensaje recíproco. A esta expresión, por tanto, se la interpreta como una especie de “sonrisa felina”. Se ha comprobado que el parpadeo y el estrechamiento de los ojos ocurre con una mayor frecuencia en respuesta a los estímulos de parpadeo lento de los tutores hacia sus gatos en comparación con situaciones de falta de interacción entre ambos.
Por lo tanto, las secuencias de parpadeo lento llegan a funcionar, sin lugar a dudas, como una forma de comunicación emocional positiva entre gatos y seres humanos. Un gato relajado y con los ojos entreabiertos, al que miramos con un parpadeo lento seguramente responderá mostrando su afecto del mismo modo, determinando una asombrosa manera de comunicación interespecífica.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.