Momentos de extrema tensión se vivieron en la casa de la familia en Santiago del Estero cuando la policía debió matar a un perro de raza Dogo Argentino, para evitar que asesinara a su dueño, quien por estas horas está en grave estado en el hospital. El dramático hecho ocurrió después de las 21, en la casa de María Rosa Palomino (63) quien se encontraba en la cocina y del interior de la habitación, escuchó a su esposo que le gritaba a la mascota de la casa. Al ingresar al dormitorio, la mujer encontró al animal -de más de 70 kilos- sobre el cuerpo de su esposo -Antonio Jesús Mansilla (65)- provocándole mordeduras en el rostro.
De inmediato comenzó a gritar para que el can soltara a su marido, pero no lo logró.
Entonces llamó a la policía. Efectivos de la Seccional 12 -a cargo del oficial Gutiérrez- ingresaron a la casa con autorización de Palomino para ayudar a Mansilla, que ya estaba inconsciente.
Por más de 15 minutos, los uniformados realizaron todo tipo de práctica para evitar que el can lastimara más a su dueño. Desesperaba al ver el rostro ensangrentado de su pareja, y que cada vez era más lenta su respiración, la mujer pidió que los policías sacrificaran al Dogo. Utilizando una escopeta, con postas no letales, la policía realizó 3 disparos en las zonas vitales del animal, que cayó con todo su peso sobre la víctima, que rápidamente fue asistida por los paramédicos y trasladado al Hospital Regional.
La víctima debió ser intervenida quirúrgicamente y según los dichos de los médicos del nosocomio capitalino, Mansilla tenía todo el rostro desfigurado y por las heridas habría perdido el ojo derecho.
Según contó la esposa del herido, hace 8 años tienen como mascota al perro y es la primera vez que éste los ataca.
Fuente: El Liberal