El ex Jefe de Gabinete ya mantuvo varias reuniones con Cristina Kirchner de cara al armado electoral 2019. La idea es sumar a peronistas sin sello K.
Lejos quedó el día en que la entonces Presidenta lo mandó al frente para que pesifique sus ahorros en dólares: “Vos, Aníbal, primero y con bonete”, le espetó Cristina Fernández de Kirchner al entonces senador nacional Fernández, momentos después de que la jefa de Estado anunciara -en junio de 2012- que pesificaría sus ahorros en dólares, conducta que pidió que el resto de sus funcionarios imitara. Ese pedido fue cumplido por el funcionario y hasta por el periodista K Víctor Hugo Morales.
El tiempo pasó y Aníbal Fernández volvió a ser jefe de Gabinete de CFK y ante la elección de 2015, el bonaerense se postuló como candidato a la gobernación por el Frente para la Victoria. Aníbal venció en la interna -ante Julián Domínguez y Fernando Espinoza- pero no pudo con la ola arrasadora de María Eugenia Vidal. Tiempo después, y ya instalada en el Instituto Patria, la ex mandataria ensayó una inusual autocrítica: “Con Aníbal me equivoqué”, dijo en virtud de la derrota del ex funcionario.
Aníbal Fernández en el acto de CFK de Avellaneda, en las elecciones legislativas de 2017
Pasó el tiempo y Aníbal, fiel a su perfil alto, recorrió algunos medios afines a los K y desde allí, fustigó contra La Cámpora, pero se cuidó de criticar a su jefa política, a quien supo definir en tiempos de gobierno kirchnerista como “el mejor cuadro de los últimos 50 años” de la política vernácula.
Pero en septiembre de 2018, a casi tres años de la derrota electoral, Cristina recibió a Aníbal y, cara a cara, hablaron de las diferencias y, entre citas a Gabriel García Márquez del ex ministro, se prometieron “mirar para adelante”.
Pero ahora, el ex jefe de Gabinete volvió al redil y se lo vio otra vez en el Instituto Patria, el búnker K de la zona Congreso, donde la senadora nacional tiene sus oficinas. Y al igual que en la charla anterior, ambos hablaron del objetivo elecciones. Aníbal le dijo a Cristina lo que muchos otros dirigentes le señalan: “Cristina, tenés que ser vos la candidata, no hay otra”, y la dama solo correspondió con una sonrisa, como viene haciendo con tantos otros.
Pero luego de eso, ambos se pusieron en clave electoral y “peinaron” algunas secciones de la provincia de Buenos Aires. Lo primero fue en Quilmes, distrito político de origen de Aníbal y que supo gobernar. Allí, el kirchnerismo cree que puede reconquistar la municipalidad en virtud de la floja gestión de Cambiemos, con Martiniano Molina a la cabeza. Para esa poltrona, CFK auspicia a su diputada de La Cámpora, Mayra Mendoza. Quilmes, así como Mar del Plata y Pilar, son municipios que en el búnker de la gobernadora Vidal, analizan cómo sostener en campaña, pues saben que las gestiones no fueron buenas.
Esa actitud de “peinar” distritos con detalle la vieron también otros dirigentes peronistas y confirma que la ex presidenta está en carrera para una competencia electoral en 2019. Ahora, con el regreso de Aníbal Fernández a la mesa K, el pragmatismo comienza a copar lugares de definición.
Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete. (Foto: DyN)
Aníbal coincide con el otro Fernández, Alberto, en que se debe armar una mesa política para sostener la construcción de Cristina 2019, e incorporar allí a peronistas que no sean de paladar ultra K sino que muestre un abanico más amplio.
Para eso, pretenden incorporar nombres que no se han mostrado todavía cerca de CFK y a intendentes del Conurbano. Pero no para una foto sino para sentarse en una mesa política y que así, se sientan parte del proyecto presidencial de la ex mandataria.
Así, se vivirá una especie de regreso de la dupla Fernández, espadas de la comunicación del kirchnerismo en su primera etapa de gobierno.