Varias familias tucumanas fueron acusadas de usurpar viviendas en Benjamín Paz y en La Ramada. Los sospechosos, según las denuncias, aprovecharon que los propietarios visitaban a parientes para celebrar las fiestas de fin de año o que no estaban por trabajo, y sacaron los muebles y se adueñaron de las casas.
La Fiscalía Especializada en Robos y Hurtos I, en feria, requirió esta semana la restitución de las propiedades a los ocupantes originales, medida que sería confirmada por el Juzgado de turno.
La Justicia investiga un tercer caso, bajo una modalidad similar, es decir, la ocupación durante el cierre de 2018.
Despojo
Uno de los casos se registró en Benjamín Paz, en el departamento Trancas. Una mujer, que vive a 500 metros de la plaza principal, tuvo que dejar su hogar para trabajar en Lules. La empleada volvía de manera esporádica luego para revisar su casa. El sábado 5 pasado, se enteró que cuatro personas habían ingresado a la casilla, sacaron los muebles y se apoderaron del sitio.
Testigos
En la causa judicial, la víctima remarcó que si bien no tenía título de la escritura del terreno, ya que en esa localidad “nadie cuenta con esa documentación”, residía allí desde hace 10 años con sus tres hijos, de entre 11 meses y 12 años. Se trata de una vivienda de machimbre de una sola pieza y un baño. Además, dijo que cada vez que “se iba a trabajar afuera, dejaba a las chicas y al bebé con la hermana”. Los vecinos ratificaron, durante el proceso de instrucción, que la víctima se había asentado allí.
A partir de esos testimonios, la Policía supo también que en los primeros días de este mes un grupo de personas arribó en un auto Renault 12 de color azul, y se metió en la casa. Uno de los integrantes portaba, de acuerdo con las declaraciones, un palo tipo machete. Durante la noche, sacaron colchones, las estructuras de las camas, y luego se retiraron por la ruta nacional 9.
De acuerdo con los datos de la causa, fueron señaladas cuatro personas que estarían vinculadas a otros casos de toma de terrenos. Inclusive, serían familiares.
En Burruyacu
Un hombre y su familia se habían trasladado desde La Ramada hasta Banda del Río Salí para compartir con un hermano las celebraciones de fin de año. Por ello, la casa había quedado cerrada y con llave. Al regresar, el martes pasado, varias personas le impidieron la entrada y lo amenazaron con machetes y martillos.
La denuncia
La víctima se retiró del lugar, junto con sus parientes, y efectuaron la denuncia en la comisaría local. La hija del propietario de la vivienda había observado que la puerta estaba rota y que había pertenencias tiradas afuera del inmueble.
El damnificado probó la posesión del terreno, al presentar ante la Justicia una copia de un acta de tenencia otorgado por la Comuna de La Ramada y un informe inmobiliario, entre otras documentaciones. Vivían hace unos cinco años en el barrio Néstor Kirchner, dato que fue aseverado por los vecinos, como sucedió en el litigio anterior.
Tras la usurpación, los afectados quedaron en situación de calle y pasarían los días en la dependencia policial.
La fiscalía de turno, a cargo de Diego López Ávila, requirió la “restitución provisoria” en los dos casos, teniendo en cuenta que las víctimas no cuentan con un lugar fijo para vivir en la actualidad y el “peligro de que los acusados concreten el vaciamiento de la vivienda, dañando las pertenencias”. La medida, en caso de ser autorizada, se concretaría mediante un allanamiento en los dos domicilios.
Además de usurpación, las causas incluyen los posibles delitos de amenazas y robo.
fuente: lagaceta