Con una gran actuación, el equipo de Lionel Scaloni se impuso con goles de Lautaro Martínez, Ángel Di María y Paulo Dybala. Es la primera vez que la Selección gana en el escenario londinense.

La expectativa llegó a su final cuando la pelota comenzó a rodar en el mítico estadio de Wembley. A meses del Mundial de QatarArgentina Italia animaron un duelo cargado de historia en la Catedral del Fútbol. La Finalissima dirimió el título entre los campeones de América y Europa. Y el trofeo se tiñó de celeste y blanco.

El homenaje al legendario Giorgio Chiellini por su retiro de la Azzurra, el recuerdo de Diego Maradona y las emociones que arrojaron los himnos nacionales fueron parte del pasado cuando los protagonistas le abrieron el telón al atractivo espectáculo que se dio en el Reino Unido.

Durante los primeros movimientos se vio una actitud agresiva del combinado albiceleste. Las proyecciones de Nicolás Tagliafico Nicolás Molina por las bandas, junto con los envíos de Rodrigo De Paul y la velocidad de Ángel Di María representaron los argumentos más firmes de La Scaloneta para ponerse en ventaja desde un principio.

Las réplicas del elenco liderado por Roberto Mancini llegaron a través de las maniobras individuales de Jorginho, quien encaró en más de una ocasión hasta asistir a los delanteros. Y en la primera que se pudo hacer un espacio, Giacomo Raspadori buscó el palo más lejano de Emiliano Martínez; pero el Dibu demostró la solidez que lo caracteriza.

Otra situación que tuvo el tetracampeón del mundo para abrir el marcador llegó mediante una sorpresiva aparición de Federico Bernardeschi a las espaldas de Tagliafico. Por el sector derecho, el atacante de la Juventus envió un punzante buscapié que salvó a tiempo el Cuti Romero. Y unos instantes más tarde Andrea Belotti ganó en el área argentina y con un cabezazo volvió a exigir al arquero del Aston Villa. De a poco Italia se fue adueñando del choque. Y la potencia de Emerson por la banda izquierda también despertaba preocupaciones en el equipo de Scaloni.

Pero el combinado sudamericano tenía al mejor del planeta. Y Leo improvisó una gran acción para sacarse de encima a Giovanni Di Lorenzo y abastecer a Lautaro Martínez, quien de primera tocó para festejar el 1 a 0. La salida rápida de Lo Celso, el movimiento de Messi y el oportunismo del Toro fueron las claves para que la Argentina celebre el esperado tanto.

Antes del descanso La Scaloneta volvió a golpear gracias al andamiaje excluyente de su tridente ofensivo. La Pulga se asoció con Lautaro Martínez, el ex Racing aguantó y habilitó a Di María con un pase milimétrico; y el Fideo facturó con una exquisita definición por encima de la integridad de Donnarumma. Golazo y 2 a 0.

En el complemento Argentina justificó el resultado con una gran producción del ex Rosario Central. El desconcierto italiano era tan notorio, que un error de cálculo entre Bonucci Donnarumma estuvo cerca de concluir en la red de la manera más ridícula. Y el Fideo seguía lastimando por el sector derecho con violentos remates que complicaron a su ex compañero del PSG. Después de un pelotazo de Otamendi que lo dejó en el borde del área grande y tras recuperar un rebote, Di María era una pesadilla para la Azzurra.

Además, una perfecta triangulación ofensiva que concluyó con un remate desviado de Lo Celso y un contragolpe casi perfecto en el que Messi no pudo coronar la acción con sus habituales remates, exponían la superioridad criolla. Los ingresos de Leonardo Spinazzola, Manuel Lazzari, Manuel Locatelli y Gianluca Scamacca no significaron ninguna solución para Mancini. Y la diferencia de dos goles quedaba escasa por lo que se vía en el campo de juego.

En un deporte en el que muchas veces la justicia no se relaciona con lo sucedido en la cancha, fue Paulo Dybala el encargado de transformar el triunfo en goleada y sellar el 3 a 0 para que La Scaloneta se quede con un nuevo título. El cordobés capitalizó una contra de Messi y completó la victoria con un toque al palo más lejano de Donnarumma. La Argentina tuvo una muestra de carácter y talento. A su Triple G de ganar, gustar y golear se le suma la de la consagración y la I de la ilusión. A meses de la Copa del Mundo en Qatar, la Albiceleste volvió a reflejar que la esperanza de una nueva alegría es real. Como lo cantaron los propios protagonistas cuando terminó el partido, “que de la mano, de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”…

 

 

 

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